Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Pedro 1:12 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

12-13 Por mi parte, jamás dejaré de recordaros estas cosas, aun cuando vosotros ya las sepáis y permanezcáis firmes en la verdad que profesáis.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

12 Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Por lo tanto, siempre les recordaré todas estas cosas, aun cuando ya las saben y están firmes en la verdad que se les enseñó.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Por eso siempre trataré de recordarles estas cosas, aunque las sepan y se mantengan firmes en la verdad que poseen.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

12 Por esto, siempre habré de recordaros estas cosas, aunque seáis sabedores y estéis afianzados en la verdad presente,°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Por esto os traeré siempre a la memoria estas cosas, aunque ya las sabéis y estáis afianzados en la verdad que al presente poseéis.

Gade chapit la Kopi




2 Pedro 1:12
20 Referans Kwoze  

De este modo, las iglesias se afirmaban en la fe y crecían en número de día en día. La visión de Pablo del hombre macedonio


Amados hermanos, suceda lo que suceda, regocijaos en el Señor. Yo no me canso de repetir esto en mis cartas, y a vosotros os da seguridad.


Sabemos que desde la primera vez que se os predicó el mensaje del evangelio, que es la Palabra verdadera, tenéis puesta en los cielos toda vuestra esperanza.


Vivid arraigados en él, y creced en él sin cesar. Que vuestra fe se afirme cada día más, y que todo lo que habéis aprendido redunde en continuas acciones de gracias al Señor.


Si explicas estas cosas a los hermanos cumplirás bien con tus deberes como ministro de Cristo Jesús, y demostrarás que te nutres de la fe y las buenas enseñanzas que has seguido con fidelidad.


sólo me resta aconsejarte que avives el don que Dios puso en ti mediante la imposición de mis manos.


Acordaos de aquellos días, cuando aceptasteis la verdad de Cristo, y cuando, pese a todos vuestros sufrimientos, permanecisteis fieles al Señor.


No os dejéis seducir por enseñanzas nuevas y extrañas, porque la fortaleza espiritual es un don de Dios que no se obtiene por el hecho de observar determinadas normas de alimentación. Los que hasta ahora han tratado de obtenerla por esos medios, siempre han fracasado.


Pero después que hayáis padecido por un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna por medio de Jesucristo, os restaurará y dará seguridad, os fortalecerá y afianzará vuestra fe.


Por conducto de Silvano, que es a mi juicio un hermano fiel, os envío esta breve carta, deseando animaros y ofreceros mi testimonio personal de que la gracia de Dios, en la que vosotros estáis, es la verdad.


con la esperanza de que se os grabe en la mente lo que estoy diciendo y no lo olvidéis ni aun pasado mucho tiempo después de mi partida.


Amados, esta es la segunda carta que os escribo. En ambas he querido recordaros las cosas que aprendisteis, primero de los santos profetas, y luego de nosotros, los apóstoles que os trasmitimos el mandato de nuestro Señor y Salvador.


Digo esto, amados hermanos, para que, sabiéndolo de antemano, estéis prevenidos y no os dejéis arrastrar por el error de esos perversos, ni perdáis la firme convicción de vuestras posiciones.


Así pues, no os estoy escribiendo porque piense que aún no tenéis conocimiento de la verdad, sino precisamente porque la conocéis y sabéis que ninguna mentira puede proceder de la verdad.


porque la verdad permanece y permanecerá en nosotros para siempre.


Pero vosotros, amados míos, no dejéis de recordar las cosas que os dijeron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo,


Amados, hace tiempo que anhelaba escribiros acerca de nuestra común salvación. Ahora me veo en la necesidad de hacerlo, para exhortaros a luchar con valor y decisión por la fe que Dios ha puesto de una vez por todas en el corazón de cada uno de los suyos.


A este respecto quiero recordaros algo que vosotros sabéis muy bien: que el Señor, después de haber salvado al pueblo de Israel sacándolo de Egipto, destruyó a los que no creyeron en él y se resistían a obedecerle.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite