Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Corintios 12:1 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

1 Me consta que nada gano con presumir; pero, no obstante, os voy a hablar de las visiones que he tenido y las revelaciones que he recibido del Señor.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Mi jactancia no servirá de nada, sin embargo, debo seguir adelante. A mi pesar contaré acerca de visiones y revelaciones que provienen del Señor.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 De nada sirve alabarse; pero si hay que hacerlo, iré a las visiones y revelaciones del Señor.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

1 Ciertamente gloriarse no es provechoso, aunque es necesario. Vendré, pues, a las visiones y revelaciones del Señor:

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 ¿Hay que gloriarse? Pues, aunque de nada sirve, vendré a visiones y revelaciones del Señor.

Gade chapit la Kopi




2 Corintios 12:1
26 Referans Kwoze  

Pues escuchadme: Os aseguro que para vosotros es mucho mejor que me vaya, porque si no me fuese, tampoco vendría a vosotros el Consolador. En cambio, si yo me voy, él vendrá, porque yo mismo os lo enviaré.


(Caifás era el que había hablado a los demás dirigentes judíos sobre la conveniencia de que un hombre muriese por todo el pueblo). Pedro niega a Jesús


Una noche se le apareció el Señor a Pablo en una visión, y le dijo: No tengas miedo de hablar: no calles,


Por la noche, el Señor se apareció a Pablo y le dijo: ¡Ten ánimo, Pablo!, porque es menester que en Roma hables de mí, del mismo modo que lo has hecho en Jerusalén. Conspiración para matar a Pablo


Todo está permitido, pero no todo conviene; todo está permitido, pero no todo es edificante.


Porque, decidme, hermanos, si yo fuera a vosotros hablándoos en lenguas extrañas, ¿de qué os aprovecharía? Pero si os hago partícipes de una revelación, un conocimiento, un mensaje de Dios o una enseñanza, entonces sí os estaré comunicando algo que redunde en beneficio vuestro.


Todo me está permitido, pero no todo conviene; todo me está permitido, pero no dejaré que nada me domine.


Ya sé que me he portado como un necio con mi jactancia, pero vosotros me habéis obligado a ello, ya que sois vosotros quienes deberíais haber hablado bien de mí; pues aunque yo no valgo nada, tampoco en nada he sido inferior a aquellos 'grandes apóstoles'.


Pues bien, de eso habría de jactarme, de ser ese hombre; pero no lo haré, pues prefiero jactarme de mis propias debilidades.


Precisamente para evitar que me enorgullezca demasiado por la grandeza de las revelaciones recibidas, llevo clavado un aguijón en el cuerpo, algo así como un emisario de Satanás que me hiere sin tregua y me impide enaltecerme con exceso.


y tres veces me ha respondido: 'Con mi gracia tienes bastante, porque mi poder se hace más evidente cuando actúa sobre la debilidad humana'. Por tanto, de buena gana seguiré presumiendo de mis debilidades más que de ninguna otra cosa, porque por medio de ellas actúa en mí el poder de Cristo.


A propósito de esto quisiera daros un consejo que me parece conveniente, y es que terminéis lo que hace un año comenzasteis, no sólo como un deber que cumplir, sino como un verdadero anhelo de vuestro corazón.


ni me fue transmitido por hombre alguno, sino que me lo reveló el propio Jesucristo.


Dios me había revelado que debía ir allá para consultar con los hermanos acerca de mi trabajo entre los gentiles. Por los tanto, para no trabajar inútilmente, me reuní en privado con los dirigentes de la iglesia y les expuse el evangelio que yo predicaba.


Como ya dije en una carta anterior, Dios mismo me reveló este misterio de que los gentiles también pueden gozar de su bondad.


Y podemos añadir, como una enseñanza del Señor, que nosotros, los creyentes que aún estemos con vida cuando el Señor regrese, no precederemos a los que murieron antes.


pero nos consta que Cristo, el Hijo de Dios, ha acudido en nuestro auxilio, y que nos ha dado la necesaria inteligencia para conocer al Dios verdadero. Y en él estamos, en el verdadero, porque estamos en su Hijo Jesucristo. ¡Él es el Dios verdadero y la vida eterna!


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite