Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Corintios 1:23 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

23 Ahora, hermanos, Dios me es testigo, que si aún no he ido a Corinto a visitaros, ha sido por no haceros objeto de reproches.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

23 Mas yo invoco a Dios por testigo sobre mi alma, que por ser indulgente con vosotros no he pasado todavía a Corinto.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Ahora pongo a Dios por testigo de que les digo la verdad. La razón por la cual no regresé a Corinto fue para ahorrarles una severa reprimenda;

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Dios sabe, y se lo juro por mi propia vida, que sólo la misericordia hacia ustedes me inspiró no volver a Corinto.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

23 Pero yo invoco a Dios como testigo sobre mi alma, de que por consideración a vosotros no he ido aún° a Corinto.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Por mi vida, y pongo a Dios por testigo, que si no he ido todavía a Corinto ha sido precisamente por consideración a vosotros.

Gade chapit la Kopi




2 Corintios 1:23
22 Referans Kwoze  

Pasadas estas cosas, Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto.


Y aconteció que también Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor, y con él toda su familia. Lo mismo pasó con otros corintios, que al oir lo que Pablo predicaba creyeron y fueron bautizados.


Y Dios, a cuyo servicio en el evangelio de su Hijo estoy plenamente entregado, sabe que siempre hago mención de vosotros en mis oraciones,


Estoy expresándome como creyente en Cristo que soy, y digo la verdad sin ambages. Con plena conciencia pongo al Espíritu Santo por testigo de que no miento:


Decidme, ¿qué preferís? ¿Que os visite con ánimo de regañaros y castigaros, o que vaya a veros con amor y espíritu de pacificación?


echad de en medio de vosotros a ese hombre y entregadlo a Satanás, con la esperanza de que, aunque físicamente se pierda para vosotros, su alma pueda salvarse cuando regrese nuestro Señor Jesucristo.


Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en la ciudad de Corinto y a todos los que son parte del pueblo de Dios en toda la región de Acaya.


¡Nada de eso! Dios, que es fiel, sabe que al escribiros no hemos vacilado entre el sí y el no, sino que al decir 'sí' decimos sí, y al decir 'no' decimos no.


Pues bien, lo que ahora os ruego es que cuando vuelva a veros no me vea obligado a demostraros lo atrevido que puedo ser si lo exigen las circunstancias. ¡Ojalá no tenga que proceder contra quienes piensan que nos conducimos como cualquier otro hombre!


Estoy tan seguro como que conozco la verdad de Cristo, que nadie va a privarme de este honor en tierras de Acaya.


¿Por qué?, ¿será quizá porque no os quiero?... ¡Dios sabe que sí!


El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien por siempre debe ser alabado, sabe que estoy diciendo la verdad.


Pero mucho me temo que cuando vaya a vosotros no os encontraré tal como yo quisiera, ni tampoco a mí me encontraréis como quisierais vosotros. Sí, tengo miedo de que entre vosotros haya peleas, envidias, iras, divisiones, chismes, murmuraciones, soberbias y desórdenes;


Os escribo esta carta con la esperanza de que logréis arreglar todas las cosas antes de mi llegada, porque así no tendré que mostrar mi severidad cuando me encuentre ahí. La autoridad que el Señor me ha conferido, quisiera utilizarla para edificar espiritualmente, no para destruir. Saludos finales


La última vez que estuve ahí, advertí a los que andaban en pecado (y ahora, aun estando ausente, vuelvo a advertírselo a ellos y a los demás) que en esta ocasión no iré con ánimo indulgente.


Nos hemos conducido con integridad, comprensión del evangelio y paciencia; hemos sido bondadosos, y con la ayuda del Espíritu Santo hemos demostrado nuestro sincero amor.


Delante de Dios afirmo que esto que os escribo es lo que sucedió. No miento.


Dios sabe que no miento al decir que os amo con el entrañable amor de Cristo Jesús.


Por eso, en ningún momento tratamos de atraeros con palabras lisonjeras, ni tampoco, como Dios sabe, actuamos movidos por amor al dinero.


Tal es el caso de Himeneo y Alejandro, a quienes he dejado en poder de Satanás para que aprendan a no blasfemar.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite