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1 Pedro 1:4 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

4 de la herencia incorruptible, pura e inmarcesible que Dios nos tiene reservada en el cielo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 y tenemos una herencia que no tiene precio, una herencia que está reservada en el cielo para ustedes, pura y sin mancha, que no puede cambiar ni deteriorarse.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Reservaba para ustedes la herencia celestial, ese tesoro que no perece ni se echa a perder y que no se deshace con el tiempo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 para una herencia incorruptible, pura e inmarchitable, reservada en el cielo para vosotros,

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1 Pedro 1:4
27 Referans Kwoze  

Luego dirá el Rey a los de su derecha: 'Venid, benditos de mi Padre, y heredad el reino que está preparado para vosotros desde que el mundo es mundo.


Iba ya a seguir su camino, cuando un hombre llegó corriendo hasta él, se arrodilló a sus pies y le preguntó: Buen Maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?


Ahora os encomiendo al cuidado de Dios y a la palabra de su amor, que tiene todo el poder necesario para fortalecer vuestra fe y daros la herencia de los que han sido separados para servir a Dios.


para que les abras los ojos y comprendan que están en tinieblas, pero que Dios los llama a volverse a su luz; que están bajo el poder de Satanás, pero que por la fe en mí podrán recibir el perdón de sus pecados y la herencia que Dios les reserva junto con todos los consagrados a él'.


Y pues que somos sus hijos, somos también sus herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo, para compartir con él las riquezas de su gloria habiendo compartido también sus sufrimientos. La gloria futura


Alcanzar la victoria en una competición deportiva exige abstenerse de muchas cosas, y los atletas lo hacen por conseguir una corona de hojas de laurel, que pronto se marchita; pero nosotros lo hacemos por obtener el premio de una corona inmarchitable.


Porque si la obediencia a esa ley nos hiciera herederos de la vida eterna, la promesa de Dios no tendría ningún sentido; mas esa promesa es la misma que Dios hizo a Abraham sobre la base de la fe.


Asimismo tenemos parte en la herencia de Cristo, porque Dios, en su propósito soberano, nos predestinó desde el principio para ser suyos,


Este sello es la garantía de la herencia que hemos de recibir, por la cual alabamos a nuestro Dios glorioso. Acción de gracias e intercesión


Le pido también que abra los ojos de vuestra mente, para que sepáis cuáles son las gloriosas riquezas de esa herencia que nos ha llamado a compartir con todos los creyentes.


y deis gracias con alegría al Padre, que nos ha hecho aptos para participar de la misma herencia de que participan los que ya viven en el reino de la luz.


Sabemos que desde la primera vez que se os predicó el mensaje del evangelio, que es la Palabra verdadera, tenéis puesta en los cielos toda vuestra esperanza.


Así el Señor os dará la parte de herencia que os corresponde, porque en realidad es a Cristo el Señor a quien estáis sirviendo.


Lo que ahora me espera en el cielo es la corona galardón de justicia, que el Señor, el justo Juez, me tiene reservada para el día de su regreso. Una corona que no solamente me entregará a mí, sino a todos los que anhelan su venida. Instrucciones personales


Compartisteis los padecimientos de los que eran encerrados en mazmorras, y sufristeis con alegría que os despojasen de vuestros bienes, sabiendo que en el cielo os espera la herencia de una riqueza mejor y eterna.


De este modo, Cristo es mediador de un nuevo pacto, a fin de que, habiendo obtenido con su muerte el perdón de los pecados cometidos durante el tiempo del pacto anterior, los llamados por Dios reciban la promesa de la herencia eterna.


porque el sol, cuando sale, abrasa y seca la hierba, y su flor se cae habiendo perdido toda su belleza. Así se marchitará también el rico junto con todos los negocios que haya emprendido.


y nunca paguéis mal por mal ni injuria por injuria; por el contrario, bendecid siempre, sabiendo que Dios os ha llamado a haceros herederos de su bendición.


Así, cuando regrese el Príncipe de los pastores, recibiréis una corona gloriosa e incorruptible.


pero en ella no entrará nada impuro, ni nadie que sea detestable o mentiroso. Tan sólo entrarán aquellos cuyo nombre está inscrito en el libro de la vida del Cordero.


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