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1 Juan 5:18 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

18 Sabemos que nadie nacido de Dios practica el pecado, porque Cristo, el Hijo de Dios, le protege y no permite que el maligno le toque.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

18 Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Sabemos que los hijos de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque el Hijo de Dios los mantiene protegidos, y el maligno no puede tocarlos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Sabemos que el que ha nacido de Dios no peca, pues lo protege lo que en él ha nacido de Dios, y el Maligno no puede tocarlo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Sabemos que todo el que es nacido de Dios no peca, pues el que fue engendrado por Dios° lo guarda, y el maligno no lo agarra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Sabemos que quien ha nacido de Dios no peca; sino que Aquel que ha nacido de Dios lo guarda y el Maligno no lo toca.

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1 Juan 5:18
35 Referans Kwoze  

Cuando vosotros habléis, dec/id sencillamente 'Sí, sí' o 'No, no', pues lo que pasa de esto procede del mal. Ojo por ojo


y no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, por todos los siglos'. Amén.


En ellos tuvo lugar un nuevo nacimiento, no como resultado de la voluntad humana de engendrar hijos según nuestra naturaleza de carne y sangre, sino de la voluntad de Dios.


No me queda mucho tiempo para hablaros, porque ya está viniendo el príncipe de este mundo. Él no tiene poder sobre mí,


Ahora permaneced en mí y yo permaneceré en vosotros; porque así como ningún sarmiento puede dar fruto por sí mismo, esto es, separado de la vid, tampoco vosotros podréis darlo si os separáis de mí.


Pero si permanecéis en mí y guardáis las enseñanzas que os he transmitido, podréis pedir lo que necesitáis y se os concederá.


Como el Padre me ha amado a mí, también yo os he amado a vosotros. ¡Permaneced en mi amor!


Al llegar allá y ver cómo Dios, en su gracia, estaba actuando, se llenó de alegría y exhortó a los creyentes a poner todo el empeño de su corazón en mantenerse fieles al Señor.


Por su propia voluntad nos ha engendrado mediante la verdad de su mensaje, para que vivamos una vida nueva y seamos primicias de una nueva creación. Hay que poner en práctica la palabra


La auténtica religión no contaminada consiste en cuidar de los más débiles: ocuparse de los huérfanos y las viudas, y no dejarse manchar por el mundo.


porque en vosotros se ha operado un nuevo nacimiento, que ya no es debido a una simiente corruptible, sino a la incorruptible y permanente palabra de Dios.


Si sabéis que él es justo, entended igualmente que todo el que practica la justicia es nacido de él.


No hagamos como Caín, que era del Maligno y asesinó a Abel, su hermano. ¿Y por qué lo asesinó? Tan sólo por envidia: porque sus actos eran malos a los ojos de Dios, mientras que los de Abel eran buenos.


Y todo aquel que tenga puesta en él 'su esperanza, se purifica a sí mismo para ser puro como él lo es.


El que es nacido de Dios no persiste en la práctica del pecado, porque en él permanece la vida de Dios: no puede estar entregado al pecado, porque ha nacido de Dios.


Pero nosotros somos de Dios; el que es de Dios nos escucha, pero el que no lo es, no nos escucha. De este modo tenemos otra posibilidad de conocer si un espíritu procede o no procede de Dios. Permanezcamos en el amor


Todo el que cree que Jesús es el Cristo, es hijo de Dios; y todo el que ama a un padre, ama también al hijo engendrado por él.


Sabemos, pues, que él nos escucha cuando le presentamos nuestras peticiones, y también sabemos, sin ninguna duda, que responderá a lo que le hayamos pedido.


Sabemos también que somos hijos de Dios y que el mundo entero está sometido al dominio del maligno;


pero nos consta que Cristo, el Hijo de Dios, ha acudido en nuestro auxilio, y que nos ha dado la necesaria inteligencia para conocer al Dios verdadero. Y en él estamos, en el verdadero, porque estamos en su Hijo Jesucristo. ¡Él es el Dios verdadero y la vida eterna!


Hijitos, guardaos de los ídolos.


Cualquiera que ha nacido de Dios vence al mundo; pero esta victoria únicamente puede obtenerse por la fe,


Permaneced siempre en el amor de Dios, esperando que nuestro Señor Jesucristo, en su misericordia, os conduzca a la vida eterna.


'Yo conozco todas tus obras: sé que te has mantenido fiel, a pesar de vivir en la ciudad donde Satanás ha levantado su trono; y sé que no renegaste de mí ni siquiera cuando en ese lugar donde habita Satanás llevaron al martirio a Antipas, mi fiel testigo.


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