Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





1 Juan 4:7 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

7 Amados, ejercitémonos mutuamente en el amor fraternal, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, da pruebas con ello de ser hijo de Dios y conocer a Dios.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Queridos amigos, sigamos amándonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es un hijo de Dios y conoce a Dios;

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Queridos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Amados, amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios; todo el que ama, es nacido de Dios y conoce a Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Queridos míos, amémonos unos a otros porque el amor es de Dios. Quien ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.

Gade chapit la Kopi




1 Juan 4:7
25 Referans Kwoze  

Por eso quiero dejaros un nuevo mandamiento: Amaos los unos a los otros. De la misma manera que yo os he amado, amaos también vosotros.


En esto consiste la vida eterna: en que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado a este mundo.


Sin embargo, si uno ama a Dios, Dios le conoce a él.


Porque Dios, que ordenó a la luz resplandecer de las tinieblas, ha llenado de luz nuestro corazón para que podamos reconocer en el rostro de Jesucristo el esplendor de la propia gloria de Dios.


Pero puesto que habéis llegado a conocer a Dios (o, más exactamente, puesto que Dios os reconoce a vosotros), ¿cómo ahora volvéis atrás vuestros pasos para caer de nuevo en unos principios religiosos vacíos y sin sentido, a los cuales queréis someteros otra vez en la condición de esclavos?


En cambio, cuando el Espíritu Santo dirige nuestra vida, produce en nosotros frutos de amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,


Porque el Espíritu con que Dios nos ha dotado no es de cobardía, sino de fortaleza, amor y dominio de uno mismo.


Y ahora que por la obediencia a la verdad, que es Cristo, y mediante la acción del Espíritu Santo, habéis purificado vuestras almas y las habéis dispuesto al más sincero amor fraternal, amaos unos a otros entrañablemente, con absoluta pureza de corazón;


El que ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza en el camino;


Si sabéis que él es justo, entended igualmente que todo el que practica la justicia es nacido de él.


Nosotros podemos saber que le conocemos, si guardamos de veras sus mandamientos.


Quizás haya quien asegure: '¡Yo le conozco!', pero ese, quienquiera que sea, si no guarda sus mandamientos, es un embustero y no hay verdad en él.


Hermanos, no os estoy escribiendo ningún mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo, el que habéis tenido desde el principio: el mensaje que ya escuchasteis.


El que es nacido de Dios no persiste en la práctica del pecado, porque en él permanece la vida de Dios: no puede estar entregado al pecado, porque ha nacido de Dios.


Amados, puesto que Dios nos ha amado hasta tal punto, también debemos amarnos unos a otros.


Porque aunque nunca ha visto nadie a Dios, ejercitando el mutuo amor fraternal permanece Dios en nosotros, y su amor es una realidad perfecta en nuestro corazón.


Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él porque lo hemos sentido en nosotros mismos. Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él.


Si alguno dice: 'Yo amo a Dios', y al mismo tiempo odia a su hermano, es un embustero; porque si es incapaz de amar a su hermano, al que ve y conoce, ¿cómo podrá amar a Dios, a quien jamás ha visto?


El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.


Todo el que cree que Jesús es el Cristo, es hijo de Dios; y todo el que ama a un padre, ama también al hijo engendrado por él.


No creo necesario, Señora, escribirte ahora ningún mandamiento nuevo, pero sí recordarte el que Dios nos dio desde el principio: que nos amemos fraternalmente unos a otros.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite