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1 Corintios 1:9 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

9 Dios, cuya fidelidad es inalterable, os llamó a participar de la relación personal con su Hijo, Jesucristo nuestro Señor. Divisiones en la iglesia

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Dios lo hará porque él es fiel para hacer lo que dice y los ha invitado a que tengan comunión con su Hijo, Jesucristo nuestro Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Dios es fiel, el que los ha llamado a esta comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Fiel es Dios, por quien fuisteis llamados a la comunión de su Hijo Jesús, el Mesías, Señor nuestro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Fiel es Dios, que os ha llamado a la comunión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro.

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1 Corintios 1:9
43 Referans Kwoze  

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras nunca pasarán. Se desconocen el día y la hora


Mi ruego es que todos permanezcan unidos: que así como tú, Padre, permaneces unido a mí, y yo a ti, que también ellos permanezcan unidos a nosotros.


Pues bien, imaginemos que Israel es un olivo del que algunas de sus ramas fueron desgajadas. En lugar de ellas, y como si tú fueras una rama de olivo silvestre, se te injertó a ti, que no eres judío, para que pudieras participar del vigor de las raíces y de la misma savia que nutre al olivo auténtico. Pues ahora piensa que, por cuanto así se hizo contigo,


Sabemos también que a quienes aman a Dios y responden a su llamamiento para entrar a formar parte de su plan, todo cuanto pueda sucederles redundará en su propio beneficio.


Y a los que de antemano destinó, también los llamó, y a los que llamó los declaró justos, y los que declaró justos están incluidos en su glorioso plan de salvación.


A estos, que somos nosotros, es a quienes Dios ha llamado, no solo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles.


Por eso, porque Dios así lo ha querido, vosotros estáis unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha constituido para nosotros en sabiduría, justificación, santificación y redención.


Recordad que toda tentación o toda prueba que os sobrevenga es cosa humana; pero recordad también que Dios, en su fidelidad, no permitirá que seáis tentados más allá de lo que podáis soportar, sino que, al llegar las pruebas, él os dará la forma de salir de ellas. Las fiestas idólatras y la Cena del Señor


La copa de bendición por la cual damos gracias significa que estamos unidos en las bendiciones de la sangre de Cristo, derramada en nuestro favor. Y el pan que compartimos significa que estamos unidos en la bendición de ser parte del cuerpo de Cristo, entregado a muerte en nuestro favor.


¡Nada de eso! Dios, que es fiel, sabe que al escribiros no hemos vacilado entre el sí y el no, sino que al decir 'sí' decimos sí, y al decir 'no' decimos no.


Pero Dios, que desde antes de mi nacimiento me había escogido y llamado por su gracia,


Con Cristo estoy crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y esta vida verdadera que ahora vivo es el resultado de mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a muerte por mí.


Ese misterio consiste en que los gentiles comparten plenamente con los judíos la herencia de los hijos de Dios, y que unos y otros forman parte de un mismo cuerpo, que es la iglesia, y que las promesas de Dios en Cristo Jesús les son dadas por igual a ambos, si ambos aceptan por igual el evangelio.


Cierto es que estoy sufriendo por vosotros, pero me alegro, porque así, en mi propio cuerpo, cumplo lo que aún queda por cumplir de los sufrimientos de Cristo en favor de su cuerpo, que es la iglesia.


animándoos, consolándoos y hasta urgiéndoos a andar como es digno de Dios, que os ha invitado a compartir la gloria de su reino.


Con ese fin, y por nuestro anuncio del evangelio, Dios os llamó a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo.


Pero él, el Señor, que es fiel, os dará fortaleza y os guardará de todo mal.


Piensa que Dios nos salvó y nos llamó a una relación de santidad con él, no porque nosotros y nuestros actos lo mereciésemos, sino porque desde la eternidad era propósito suyo hacernos objeto de su gracia mediante Cristo Jesús.


Si le somos infieles, él se mantiene fiel,porque no puede negarse a sí mismo. Un obrero aprobado por Dios


vivo con la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no puede mentir, prometió desde antes de la creación del mundo.


Mantengamos con firmeza, sin vacilar, el testimonio de la esperanza de nuestra salvación; pues Dios, que hizo la promesa, es absolutamente fiel y no dejará de cumplirla.


Por la fe Sara tuvo un hijo, a pesar de ser estéril y de edad avanzada. Lo dio a luz porque creyó que Dios, en su infinita fidelidad, había de cumplir su promesa.


Por eso era menester que en todo se asemejara a sus hermanos, es decir a nosotros, a fin de tener misericordia de nosotros, y ser, respecto de Dios, un fiel sumo sacerdote, apto para expiar los pecados del pueblo.


Por tanto, hermanos míos del pueblo de Dios, participantes del mismo llamamiento celestial, poned la mayor atención en Cristo Jesús, el apóstol y sumo sacerdote de nuestra fe,


Porque si mantenemos con firmeza la confianza que teníamos al principio, participaremos de las riquezas de Cristo.


De este modo, mediando el juramento, Dios nos garantiza doblemente su promesa, pues en ambas cosas es imposible que Dios mienta; y los que acudimos a él en busca de salvación, gozamos de un verdadero consuelo asiéndonos con toda seguridad a la esperanza puesta delante de nosotros.


Pero después que hayáis padecido por un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna por medio de Jesucristo, os restaurará y dará seguridad, os fortalecerá y afianzará vuestra fe.


Lo que hemos visto y oído os anunciamos, para que fraternalmente unidos con nosotros podáis también participar de la verdadera comunión que tenemos con el Padre y con su Hijo Jesucristo.


Pero si andamos en la luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, el Hijo de Dios, nos limpia de todo pecado.


Porque él nos ha dado su Santo Espíritu como testimonio de que nosotros permanecemos en él, y él en nosotros.


Vi entonces el cielo abierto, y un caballo blanco cuyo jinete se llamaba 'Fiel y Verdadero', porque con justicia juzga y pelea.


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