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Rut 3:7 - Biblia del Siglo de Oro

7 Cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estaba contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Un rato más tarde vino ella calladamente, le descubrió los pies y se acostó.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

7 Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Después de que Booz terminó de comer y de beber y estuvo de buen ánimo, se acostó al otro extremo del montón de grano y se durmió. Entonces Rut se acercó sin hacer ruido, le destapó los pies y se acostó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Booz, después de una cena bien regada, se fue a acostar muy alegre junto a la parva. Ella, por su parte, caminando despacito, destapó sus pies y se acostó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y cuando Booz hubo comido y bebido, y estuvo alegre su corazón, fue a acostarse a un lado del montón. Entonces ella se acercó calladamente, y alzando la cubierta de sus pies, se acostó allí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Booz comió y bebió y se alegró su corazón. Después fue a acostarse al extremo del montón de cebada. Entonces llegó ella sigilosamente, le descubrió un poco por los pies y se acostó.

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Rut 3:7
18 Referans Kwoze  

José tomó viandas de delante de sí para ellos; pero la porción de Benjamín era cinco veces mayor que la de cualquiera de los demás. Y bebieron y se alegraron con él.


Absalón había dado orden a sus criados diciendo: «Os ruego que miréis cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino; y al decir yo: “Herid a Amnón”, entonces matadlo. No temáis, pues yo os lo he mandado. Esforzaos, pues, y sed valientes».


Su mujer Jezabel le dijo: —¿No eres acaso tú el rey de Israel? Levántate, come y alégrate; yo te daré la viña de Nabot de Jezreel.


El séptimo día, estando el corazón del rey alegre por el vino, mandó a Mehumán, Bizta, Harbona, Bigta, Abagta, Zetar y Carcas, siete eunucos que servían delante del rey Asuero,


el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace brillar el rostro y el pan que sustenta la vida del hombre.


Por placer se hace el banquete, el vino alegra a los vivos y el dinero responde por todo.


No hay cosa mejor para el hombre que comer y beber, y gozar del fruto de su trabajo. He visto que esto también procede de la mano de Dios.


Por tanto, alabé yo la alegría, pues no tiene el hombre más bien debajo del sol que comer, beber y alegrarse; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le concede debajo del sol.


Anda, come tu pan con gozo y bebe tu vino con alegre corazón, porque tus obras ya son agradables a Dios.


Si, pues, coméis o bebéis o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.


No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,


Y aconteció que cuando sintieron alegría en su corazón, dijeron: «Traed a Sansón para que nos divierta». Trajeron de la cárcel a Sansón y les sirvió de juguete. Luego lo pusieron entre las columnas.


Pero cuando estaban gozosos, los hombres de aquella ciudad, hombres perversos, rodearon la casa, golpearon a la puerta y le dijeron al anciano dueño de la casa: —Saca al hombre que ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos.


Se sentaron ellos dos juntos, comieron y bebieron. El padre de la joven pidió al hombre: —Te ruego que pases aquí la noche, y de seguro se alegrará tu corazón.


Luego el hombre se levantó para irse con su concubina y su criado. Entonces su suegro, el padre de la joven, le dijo: —Ya el día declina y va a anochecer; te ruego que paséis aquí la noche. Puesto que el día se acaba, duerme aquí, para que se alegre tu corazón. Mañana os levantaréis temprano y os pondréis en camino, y te irás a tu casa.


Descendió, pues, al campo, e hizo todo lo que su suegra le había mandado.


A la medianoche se estremeció aquel hombre, se dio vuelta, y descubrió que una mujer estaba acostada a sus pies.


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