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Rut 2:7 - Biblia del Siglo de Oro

7 Me ha dicho: “Te ruego que me dejes espigar y recoger tras los segadores entre las gavillas”. Entró, pues, y ha estado trabajando desde la mañana hasta ahora, sin descansar ni un solo momento.

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Biblia Reina Valera 1960

7 y ha dicho: Te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas. Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, sin descansar ni aun por un momento.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Esta mañana me pidió permiso para recoger grano detrás de los segadores. Desde que llegó no ha dejado de trabajar con esmero, excepto por unos momentos de descanso en el refugio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 La autoricé para que recogiera las espigas que dejan los segadores, y es lo que ha hecho toda la mañana sin parar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y ha dicho: Permíteme que rebusque y recoja entre las gavillas, detrás de los segadores. Así pues ha venido, y ahí sigue desde por la mañana hasta ahora, salvo un momento que reposó en casa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Ella me dijo: 'Permíteme espigar fuera de las gavillas tras los segadores'. Llegó y ha estado desde la mañana hasta ahora, sin descansar más que un momento en la cabaña'.

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Rut 2:7
14 Referans Kwoze  

El perezoso desea y nada alcanza, mas los diligentes serán prosperados.


El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría, y a la honra precede la humildad.


El pobre habla con ruegos; el rico responde con dureza.


¿Has visto un hombre cuidadoso en su trabajo? Delante de los reyes estará, no delante de gente de baja condición.


Todo lo que te venga a mano para hacer, hazlo según tus fuerzas, porque en el seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo ni ciencia ni sabiduría.


«Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.


En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;


No nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.


Someteos unos a otros en el temor de Dios.


Un día Rut, la moabita, dijo a Noemí: —Te ruego que me dejes ir al campo a recoger espigas en pos de aquel a cuyos ojos halle gracia. —Vé, hija mía—le respondió ella.


Rut la moabita siguió diciendo: —Además de esto me pidió: “Quédate con mis criadas, hasta que hayan acabado toda mi cosecha”.


El criado encargado de los segadores respondió: —Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab.


Entonces Booz dijo a Rut: —Oye, hija mía, no te vayas, ni recojas espigas en otro campo; te quedarás aquí junto a mis criadas.


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