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Proverbios 7:2 - Biblia del Siglo de Oro

2 Guarda mis mandamientos y vivirás, y guarda mi enseñanza como a la niña de tus ojos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Guarda mis mandamientos y vivirás, Y mi ley como las niñas de tus ojos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 ¡Obedece mis mandatos y vive! Guarda mis instrucciones tal como cuidas tus ojos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Observa mis órdenes y vivirás, guarda mi enseñanza como a la niña de tus ojos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡Guarda mis mandamientos, y vive! ¡Sí! ¡Guarda mi enseñanza como la niña de tus ojos!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Observa mis preceptos y vivirás, sea mi enseñanza como la pupila de tus ojos.

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Proverbios 7:2
16 Referans Kwoze  

Justicia eterna son tus testimonios; ¡dame entendimiento y viviré!


Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas,


Aférrate a la instrucción, no la dejes; guárdala, porque ella es tu vida.


Que no se aparten de tus ojos; guárdalas en lo profundo de tu corazón,


Él me enseñaba, diciendo: “Retén mis razones en tu corazón, guarda mis mandamientos y vivirás”.


Inclinad vuestro oído y venid a mí; escuchad y vivirá vuestra alma. Haré con vosotros un pacto eterno, las misericordias firmes a David.


Dijo Jeremías: —No te entregarán. Oye ahora la voz de Jehová que yo te hablo, y te irá bien y vivirás.


»Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, porque el hombre que los cumpla, gracias a ellos vivirá. Yo, Jehová.


Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: «Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron, porque el que os toca, toca a la niña de mi ojo.


El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.


Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.


Lo halló en tierra de desierto, en yermo de horrible soledad; lo rodeó, lo instruyó, lo guardó como a la niña de su ojo.


»Bienaventurados los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas en la ciudad.


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