10 También os dije: ‘Yo soy Jehová, vuestro Dios: No temáis a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis’. Sin embargo, no habéis obedecido a mi voz”».
Jehová amonestó entonces a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y de todos los videntes diciendo: «Volveos de vuestros malos caminos y guardad mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes que yo prescribí a vuestros padres y que os he enviado por medio de mis siervos los profetas».
Esto sucedió porque los hijos de Israel pecaron contra Jehová, su Dios, que los sacó de la tierra de Egipto, de bajo la mano del faraón, rey de Egipto. Adoraron a dioses ajenos
Les amonestaste a que se volvieran a tu Ley; mas ellos se llenaron de soberbia y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron contra tus juicios, los cuales dan vida a quien los cumple; se rebelaron, endurecieron su cerviz y no escucharon.
Reconoce, pues, tu maldad, porque contra Jehová, tu Dios, te has levantado, y has fornicado con los extraños debajo de todo árbol frondoso, y no has escuchado mi voz, dice Jehová.
Yacemos en nuestra vergüenza, nuestra ignominia nos cubre; porque pecamos contra Jehová, nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día, y no hemos escuchado la voz de Jehová, nuestro Dios».
No obedecieron, pues, ni Johanán hijo de Carea ni los capitanes de la gente de guerra ni todo el pueblo, a la voz de Jehová para que se quedaran en tierra de Judá,
Si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
con tal que no hagáis pacto con los habitantes de esta tierra, cuyos altares debéis derribar; pero vosotros no atendisteis a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto?