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Juan 6:57 - Biblia del Siglo de Oro

57 Así como me envió el Padre viviente y yo vivo por el Padre, también el que me come vivirá por mí.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

57 Yo vivo gracias al Padre viviente que me envió; de igual manera, todo el que se alimente de mí vivirá gracias a mí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

57 Como el Padre, que es vida, me envió y yo vivo por el Padre, así quien me come vivirá por mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

57 Como me envió el Padre viviente, y Yo vivo del Padre, de igual modo el que me mastica, también él vivirá de mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

57 Lo mismo que el Padre que me ha enviado vive, y yo vivo por el Padre, así también el que me come vivirá por mí.

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Juan 6:57
19 Referans Kwoze  

¡Viva Jehová y bendita sea mi roca! Y enaltecido sea el Dios de mi salvación,


Mas Jehová es el Dios verdadero: él es el Dios vivo y el Rey eterno; ante su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación.


Respondiendo Simón Pedro, dijo: —Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.


Todavía un poco, y el mundo no me verá más, pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.


Jesús le dijo: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.


para que todos sean uno; como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.


Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.


Como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;


Respondió Jesús y les dijo: —Esta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado.


He descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.


Así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.


Así también está escrito: «Fue hecho el primer hombre, Adán, alma viviente»; el postrer Adán, espíritu que da vida.


Aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Y también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros.


Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.


Ellos mismos cuentan de nosotros cómo nos recibisteis y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero


¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?


En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por él.


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