Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Juan 6:56 - Biblia del Siglo de Oro

56 El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

56 Todo el que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

56 El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

56 El que mastica mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y Yo en él.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.

Gade chapit la Kopi




Juan 6:56
16 Referans Kwoze  

Oración de Moisés, varón de Dios Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación.


El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.


Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación,


«Mi porción es Jehová; por tanto, en él esperaré», dice mi alma.


En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros.


Respondió Jesús y le dijo: —El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada con él.


porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.


¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Y vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: «Habitaré y andaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo».


que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,


Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.


El que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.


Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se ha perfeccionado en nosotros.


Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite