Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jeremías 42:2 - Biblia del Siglo de Oro

2 y dijeron al profeta Jeremías: —Acepta ahora nuestra súplica delante de ti y ruega por nosotros a Jehová, tu Dios, por todo este resto (pues de muchos que éramos hemos quedado unos pocos, como ya ves por tus propios ojos),

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 y dijeron al profeta Jeremías: Acepta ahora nuestro ruego delante de ti, y ruega por nosotros a Jehová tu Dios por todo este resto (pues de muchos hemos quedado unos pocos, como nos ven tus ojos),

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Jeremías el profeta y le dijeron: —Por favor, ora al Señor tu Dios por nosotros. Como puedes ver, somos un pequeño remanente comparado con lo que éramos antes.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 para decirle:

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 y dijeron al profeta Jeremías: Acepta ahora nuestro ruego delante de ti, y ora por nosotros a YHVH tu Dios por todo este remanente, porque de muchos que éramos, hemos quedado pocos, así como nos están viendo tus ojos,

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 y dijeron al profeta Jeremías: '¡Ojalá llegue ante ti nuestra súplica! Ruega a Yahveh, tu Dios, por nosotros, por todo este resto, pues de muchos que éramos quedamos unos pocos, como estás viendo con tus propios ojos,

Gade chapit la Kopi




Jeremías 42:2
34 Referans Kwoze  

Entonces el rey, dirigiéndose al hombre de Dios, dijo: —Te pido que ruegues ante la presencia de Jehová, tu Dios, y ores por mí, para que mi mano sea restaurada. El hombre de Dios oró a Jehová y la mano del rey se le restauró; quedó como era antes.


Llegue mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu dicho.


Dijo el faraón: —Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová, vuestro Dios, en el desierto, con tal que no vayáis más lejos; orad por mí.


Orad a Jehová para que cesen los truenos de Dios y el granizo. Yo os dejaré ir; y no os detendréis más.


Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.


Si Jehová de los ejércitos no nos hubiera dejado un resto pequeño, seríamos como Sodoma, semejantes a Gomorra.


Quizá ha escuchado Jehová, tu Dios, las palabras del copero mayor, al cual el rey de Asiria, su señor, envió para blasfemar contra el Dios vivo; y él lo castigará por las palabras que Jehová, tu Dios, haya escuchado. Eleva, pues, una oración tú por el resto que aún ha quedado”.


que ve muchas cosas y no advierte, que abre los oídos y no oye?


¡Sea así, Jehová, si no te he rogado por su bien, si no he suplicado ante ti en favor del enemigo en tiempo de aflicción y en época de angustia!


que dicen a un leño: “Mi padre eres tú”, y a una piedra: “Tú me has engendrado”. Me volvieron la espalda y no el rostro, pero en el tiempo de su calamidad dicen: “¡Levántate y líbranos!”.


«Consulta ahora acerca de nosotros a Jehová, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, hace guerra contra nosotros; quizá Jehová haga con nosotros según todas sus maravillas, y aquel se aleje de nosotros».


Quizá llegue la oración de ellos a la presencia de Jehová, y se vuelva cada uno de su mal camino; porque grande es el furor y la ira que ha expresado Jehová contra este pueblo».


Escucha, pues, te ruego, mi señor, el rey, atiende ahora mi súplica que traigo delante de ti: ¡No me hagas volver a casa del escriba Jonatán, para que no me muera allí!».


Envió el rey Sedequías a Jucal hijo de Selemías y al sacerdote Sofonías hijo de Maasías para que dijeran al profeta Jeremías: «Ruega ahora por nosotros a Jehová, nuestro Dios».


Después el rey Sedequías mandó traer al profeta Jeremías a su presencia, en la tercera entrada de la casa de Jehová. Y dijo el rey a Jeremías: —Te haré una pregunta; no me ocultes ninguna cosa.


Entonces Johanán hijo de Carea habló a Gedalías en secreto, en Mizpa, diciendo: «Yo iré ahora y mataré a Ismael hijo de Netanías, y nadie lo sabrá. ¿Por qué te ha de matar, de modo que todos los judíos que se te han reunido se dispersen y perezca el resto de Judá?».


¿Por qué hicisteis errar vuestras almas? Pues vosotros me enviasteis ante Jehová, vuestro Dios, diciendo: “Ruega por nosotros a Jehová, nuestro Dios, y haznos saber todas las cosas que diga Jehová, nuestro Dios, y lo haremos”.


¡Qué sola ha quedado la ciudad populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como una viuda; la señora de provincias ha sido hecha tributaria.


Haré que unos pocos de ellos escapen de la espada, del hambre y de la peste, para que cuenten todas sus abominaciones entre las naciones adonde lleguen. Y sabrán que yo soy Jehová”».


Aunque las alquile entre las naciones, ahora los reuniré, y serán afligidos un poco de tiempo bajo la carga del rey y de los príncipes.


Enviaré también contra vosotros fieras salvajes que os arrebaten vuestros hijos, destruyan vuestro ganado y os reduzcan en número, de modo que vuestros caminos queden desiertos.


Y aconteció que cuando acabaron de comer la hierba de la tierra, yo dije: «Señor, Jehová, perdona ahora, pero ¿quién levantará a Jacob, que es tan pequeño?».


Y si aquellos días no fueran acortados, nadie sería salvo; pero por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.


Respondiendo entonces Simón, dijo: —Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí.


Y quedaréis sólo unos pocos, en lugar de haber sido tan numerosos como las estrellas del cielo, por cuanto no obedecisteis a la voz de Jehová, tu Dios.


Así como Jehová se gozaba en haceros bien y en multiplicaros, así se gozará Jehová en arruinaros y en destruiros. Seréis arrancados de sobre la tierra a la que vais a entrar para tomarla en posesión.


Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis solo unos pocos entre las naciones a las cuales os llevará Jehová.


Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.


Entonces dijo todo el pueblo a Samuel: —Ruega por tus siervos a Jehová, tu Dios, para que no muramos; porque a todos nuestros pecados hemos añadido este mal de pedir un rey para nosotros.


Así que, lejos de mí pecar contra Jehová dejando de rogar por vosotros; antes os instruiré en el camino bueno y recto.


Entonces dijeron los hijos de Israel a Samuel: «No ceses de clamar por nosotros a Jehová, nuestro Dios, para que nos guarde de manos de los filisteos».


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite