Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Génesis 19:8 - Biblia del Siglo de Oro

8 Mirad, yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las traeré y podréis hacer con ellas lo que bien os parezca; solamente que a estos varones no les hagáis nada, ya que han venido al amparo de mi tejado.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Miren, tengo dos hijas vírgenes. Déjenme traerlas, y podrán hacer con ellas lo que quieran. Pero les ruego que dejen en paz a estos hombres, porque son mis huéspedes y están bajo mi protección.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Miren, tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las voy a traer para que ustedes hagan con ellas lo que quieran, pero dejen tranquilos a estos hombres que han confiado en mi hospitalidad.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Mirad, os ruego, tengo dos hijas que no han conocido varón, voy a sacarlas a vosotros ahora y haced con ellas como bien os parezca, pero no hagáis nada a estos varones° que han venido a cobijarse bajo mi techo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Mirad, tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced con ellas como bien os parezca. Pero no hagáis nada a estos hombres, puesto que se cobijaron a la sombra de mi techo'.

Gade chapit la Kopi




Génesis 19:8
12 Referans Kwoze  

Traeré también un bocado de pan para que repongáis vuestras fuerzas antes de seguir, pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Ellos dijeron: —Haz como has dicho.


y dijo: —Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad.


Rubén respondió a su padre: —Quítales la vida a mis dos hijos, si no te lo devuelvo. Confíamelo a mí y yo te lo devolveré.


Aarón le respondió: —No se enoje mi señor. Tú conoces al pueblo, que es inclinado al mal.


El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta; el que reprende al malvado, atrae mancha sobre sí.


¿No es que compartas tu pan con el hambriento, que a los pobres errantes albergues en casa, que cuando veas al desnudo lo cubras y que no te escondas de tu hermano?


No sabía lo que hablaba, pues estaban asustados.


¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos, cuya condenación es justa, afirman que nosotros decimos): «Hagamos males para que vengan bienes»?


Salió a su encuentro el dueño de la casa y les dijo: —No, hermanos míos, os ruego que no cometáis este mal. Puesto que este hombre es mi huésped, no hagáis esta maldad.


Aquí está mi hija virgen y la concubina de él; yo os las sacaré ahora: humilladlas y haced con ellas como os parezca, pero no hagáis a este hombre cosa tan infame.


Pero la zarza respondió a los árboles: “Si en verdad me proclamáis rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano”.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite