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2 Samuel 22:8 - Biblia del Siglo de Oro

8 »La tierra fue sacudida y tembló, se conmovieron los cimientos de los cielos. Se estremecieron porque él se indignó.

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Biblia Reina Valera 1960

8 La tierra fue conmovida, y tembló, Y se conmovieron los cimientos de los cielos; Se estremecieron, porque se indignó él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 »Entonces la tierra se estremeció y tembló. Se sacudieron los cimientos de los cielos; temblaron a causa de su enojo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Tembló entonces la tierra, se estremeció, bambolearon los cimientos del cielo, temblaban al sentir su cólera.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 La tierra fue conmovida, y tembló, Se conmovieron los cimientos de los cielos; Se estremecieron, porque Él se indignó.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 La tierra treme toda y se perturba, las bases de los montes se estremecen y palpitan, a causa de su ira.

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2 Samuel 22:8
13 Referans Kwoze  

quien quiere tocarlos, se arma de un hierro o del asta de una lanza, y son allí mismo consumidos por el fuego».


A su reprensión, las columnas del cielo tiemblan y se espantan.


La tierra fue conmovida y tembló; se conmovieron los cimientos de los montes y se estremecieron, porque se indignó él.


la tierra tembló y destilaron los cielos; ante la presencia de Dios, aquel Sinaí tembló, delante de Dios, del Dios de Israel.


La voz de tu trueno estaba en el torbellino; tus relámpagos alumbraron el mundo; se estremeció y tembló la tierra.


En el mar fue tu camino y tus sendas en las muchas aguas; tus pisadas no fueron halladas.


Sus relámpagos alumbraron el mundo; la tierra vio y se estremeció.


Ante él tiemblan los montes, y los collados se derriten. La tierra se conmueve en su presencia, el mundo y todos los que en él habitan.


Entonces el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo; la tierra tembló, las rocas se partieron,


De pronto hubo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendió del cielo y, acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella.


Cuando terminaron de orar, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban con valentía la palabra de Dios.


»Cuando saliste de Seir, Jehová, cuando te marchaste de los campos de Edom, la tierra tembló, se estremecieron los cielos y las nubes gotearon aguas.


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