2 Samuel 13:31 - Biblia del Siglo de Oro

³¹ Levantándose entonces David, rasgó sus vestidos y se echó en tierra; todos los criados que estaban junto a él, también se rasgaron los vestidos.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³¹ Entonces levantándose David, rasgó sus vestidos, y se echó en tierra, y todos sus criados que estaban junto a él también rasgaron sus vestidos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³¹ Entonces el rey se levantó, rasgó su túnica y se tiró al suelo. Sus consejeros también rasgaron sus ropas en señal de horror y tristeza.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³¹ El rey se levantó, rasgó su ropa y se acostó en el suelo; todas las personas que estaban con él rasgaron también su ropa.

La Biblia Textual 3a Edicion

³¹ Entonces el rey se levantó, rasgó sus vestidos y se echó en tierra, y todos sus criados se pusieron en derredor con sus vestidos rasgados.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³¹ El rey se levantó, rasgó sus vestiduras y se postró en tierra; y todos los servidores que le acompañaban rasgaron también sus vestiduras.

2 Samuel 13:31 Referans Kwoze

Génesis 37:29

Después Rubén volvió a la cisterna y, al no hallar dentro a José, rasgó sus vestidos.

Génesis 37:34

Entonces Jacob rasgó sus vestidos, se puso ropa áspera sobre su cintura y guardó luto por su hijo durante muchos días.

2 Samuel 1:11

Entonces David, tirando de sus vestidos, los rasgó, y lo mismo hicieron los hombres que estaban con él.

2 Samuel 12:16

Entonces David rogó a Dios por el niño; ayunó David, se retiró y se pasó la noche acostado en tierra.

2 Samuel 13:30

Aún estaban en camino cuando llegó a David un rumor que decía: «Absalón ha dado muerte a todos los hijos del rey; ninguno de ellos ha quedado».

2 Samuel 3:31

Después dijo David a Joab y a todo el pueblo que con él estaba: «Rasgad vuestros vestidos, ceñíos de ropas ásperas y haced duelo delante de Abner». Y el rey David iba detrás del féretro

Job 1:20

Entonces Job se levantó, rasgó su manto y se rasuró la cabeza; luego, postrado en tierra, adoró

Josué 7:6

Entonces Josué rompió sus vestidos y se postró en tierra sobre su rostro delante del Arca de Jehová hasta caer la tarde, junto con los ancianos de Israel, y se echaron polvo sobre sus cabezas.