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1 Samuel 30:1 - Biblia del Siglo de Oro

1 Cuando David y sus hombres llegaron al tercer día a Siclag, los de Amalec habían invadido el Neguev y Siclag, habían asolado a Siclag y le habían prendido fuego.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Cuando David y sus hombres vinieron a Siclag al tercer día, los de Amalec habían invadido el Neguev y a Siclag, y habían asolado a Siclag y le habían prendido fuego.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Tres días después, cuando David y sus hombres llegaron a su casa en la ciudad de Siclag, encontraron que los amalecitas habían asaltado el Neguev y Siclag; habían destruido Siclag y la habían quemado hasta reducirla a cenizas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 David llegó a Siclag con sus hombres dos días después. Ahora bien, los amalecitas habían hecho una incursión por el Negueb hasta Siclag, se habían apoderado del pueblo y lo habían incendiado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Al tercer día, cuando David y sus hombres llegaron a Siclag, aconteció que los amalecitas habían hecho una incursión en el Néguev contra Siclag, y habían asolado y prendido fuego a Siclag.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Cuando David y sus hombres llegaron al tercer día a Sicelag, ya los amalequitas habían realizado una incursión contra el Negueb y contra Sicelag. Habían expugnado Sicelag y la habían incendiado.

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1 Samuel 30:1
18 Referans Kwoze  

Mientras tanto, Isaac había vuelto del pozo del «Viviente-que-me-ve», pues habitaba en el Neguev.


Aconteció después de la muerte de Saúl, que vuelto David de derrotar a los amalecitas, estuvo dos días en Siclag.


Al tercer día, llegó uno del campamento de Saúl, con los vestidos rotos y la cabeza cubierta de tierra. Cuando se presentó ante David, se postró en tierra e una hizo reverencia.


Me preguntó: “¿Quién eres tú?”. Yo le respondí: “Soy amalecita”.


Todos sus siervos estaban a su lado. Todos los cereteos y peleteos, todos los geteos y seiscientos hombres que le habían seguido a pie desde Gat, iban delante del rey.


Estos ayudaron a David contra la banda de merodeadores, pues todos ellos eran hombres valientes, y fueron capitanes en el ejército.


Cada día le llegaba ayuda a David, hasta que se formó un gran ejército, como un ejército de Dios.


Entonces tomaron a todos los hombres y fueron a pelear contra Ismael hijo de Netanías, a quien hallaron junto al gran estanque que está en Gabaón.


Pero Jehová dijo a Josué: «No les tengas temor, porque mañana a esta hora yo los entregaré a todos muertos delante de Israel; desjarretarás sus caballos y quemarás sus carros en el fuego».


Y Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila hasta llegar a Shur, que está al oriente de Egipto.


Capturó vivo a Agag, rey de Amalec, y a todo el pueblo lo mató a filo de espada.


Aquel mismo día Aquis le asignó Siclag, por lo cual Siclag pertenece a los reyes de Judá hasta hoy.


Levántate, pues, de mañana, tú y los siervos de tu señor que han venido contigo, y marchaos de aquí en cuanto amanezca.


Se levantaron David y sus hombres de mañana para irse y regresar a la tierra de los filisteos; y los filisteos se fueron a Jezreel.


Entonces los príncipes de los filisteos se enojaron contra él, y le dijeron: —Despide a este hombre, para que regrese al lugar que le señalaste y no venga con nosotros a la batalla, no sea que en la batalla se vuelva enemigo nuestro; porque ¿con qué cosa retornaría mejor a la gracia de su señor que con las cabezas de estos hombres?


Hicimos una incursión a la parte del Neguev que pertenece a los cereteos, al de Judá, y al Neguev de Caleb. También incendiamos Siclag.


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