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1 Samuel 2:17 - Biblia del Siglo de Oro

17 Así pues, el pecado de estos ayudantes era muy grande ante Jehová, porque menospreciaban las ofrendas de Jehová.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Así que el pecado de estos jóvenes era muy serio ante los ojos del Señor, porque trataban las ofrendas del Señor con desprecio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 El pecado de esos jóvenes era muy grande a los ojos de Yavé porque desacreditaban la ofrenda que se hace a Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Así el pecado de los jóvenes era muy grave delante de YHVH, porque tales hombres menospreciaban las ofrendas de YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Así, el pecado de estos jóvenes era extremadamente grande a los ojos de Yahveh, porque atraían el descrédito sobre las ofrendas a Yahveh.

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1 Samuel 2:17
11 Referans Kwoze  

Este fue vigoroso cazador delante de Jehová, por lo cual se dice: «Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová».


Pero los habitantes de Sodoma eran malos y cometían horribles pecados contra Jehová.


La tierra se corrompió delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.


Además, hizo pasar a su hijo por el fuego y se dio a observar los tiempos, fue agorero e instituyó encantadores y adivinos, multiplicando así la maldad de sus hechos ante los ojos de Jehová para provocarlo a ira.


Contra ti, contra ti solo he pecado; he hecho lo malo delante de tus ojos, para que seas reconocido justo en tu palabra y tenido por puro en tu juicio.


Porque arruinada está Jerusalén y Judá ha caído; pues la lengua de ellos y sus obras han sido contra Jehová para desafiar la faz de su gloria.


Pero aún hacéis más: Cubrís el altar de Jehová de lágrimas, de llanto y de clamor; así que no miraré más la ofrenda, ni la aceptaré con gusto de vuestras manos.


¡Ay del mundo por los tropiezos! Es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!


Y si el hombre le respondía: «Hay que quemar la grasa primero, y después toma tanto como quieras», él decía: «No, dámela ahora mismo; de otra manera la tomaré por la fuerza».


Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado contra Dios y él no se lo ha impedido.


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