Filipenses 3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)Total confianza en Cristo 1 Por lo demás, hermanos en la fe, alégrense, porque ustedes pertenecen al Señor. Para mí no es molestia volver a escribirles lo mismo, y a ustedes les da seguridad. 2 Cuídense de esa gente despreciable y malvada, porque lo que quieren es que ustedes se circunciden. 3 Si la circuncisión es la marca del pueblo de Dios, nosotros somos entonces el verdadero pueblo. Y lo somos porque por medio del Espíritu adoramos a Dios, y nos sentimos orgullosos de pertenecer a Cristo Jesús. No creemos que podamos ser salvos por medio del esfuerzo humano. 4 Si así fuera, yo tendría más motivos que cualquiera para confiar en el esfuerzo humano. 5 Pues fui circuncidado al octavo día de haber nacido, y soy del pueblo de Israel, de la tribu de Benjamín. Me considero más hebreo que cualquier hebreo y, si de cumplir la Ley se trata, fui fariseo. 6 Si de entusiasmo hablamos, fui perseguidor de la iglesia. Al cumplir la justicia que la Ley exige, lo hice de manera perfecta. 7 Sin embargo, gracias a lo que Cristo hizo por mí, todo eso que antes consideré de valor, ahora lo considero sin valor. 8 Cuando comparo todo con el inmenso valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, me doy cuenta de que nada tiene importancia. Por él lo he dejado todo, y lo considero basura, pues todo cuanto quiero es a Cristo. 9 Quiero estar unido a él, pero eso no lo ganaré tratando de ser justo por mi obediencia a la Ley. Solo se gana al creer en Cristo, pues, por medio de él, Dios nos acepta como justos. Él nos acepta por medio de la fe. 10 Lo que quiero es conocer a Cristo, sentir en mí el poder con el que Dios lo resucitó. Quiero sufrir como él sufrió y morir como él murió. 11 De esa manera llegar a resucitar de entre los muertos como él lo hizo. Ciudadanos del cielo 12 No estoy diciendo que ya haya conseguido hacer todo eso, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo luchando, con la esperanza de lograrlo, porque Cristo Jesús me salvó para eso. 13 Hermanos en la fe, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Pero esto es lo que hago: me olvido de lo que hasta acá he logrado, y me esfuerzo por alcanzar lo que aún me falta. 14 Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece dar en el cielo por medio de Cristo Jesús. 15 Así que, ustedes que ya han logrado avanzar bastante hacia la meta, ¡escúchenme! Todos debemos pensar lo mismo en cuanto a esto. Y, si en algo piensan de manera diferente, Dios les hará ver con claridad la verdad. 16 En todo caso, vivamos respetando el acuerdo que ya hemos alcanzado. 17 Hermanos en la fe, sigan mi ejemplo. Miren cómo lo hacen los que han seguido el ejemplo que hemos dado. 18 Ya les he dicho a menudo, y ahora lo repito hasta con lágrimas: muchos se comportan como enemigos de la cruz de Cristo. 19 Pero a esa gente le espera la destrucción, pues adoran al dios de sus propios deseos. Se sienten orgullosos de lo que hacen, cuando debería darles vergüenza. Solo piensan en lo malo que ofrece el mundo. 20 En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos que el Señor Jesucristo, nuestro Salvador, vuelva. 21 Él transformará nuestros débiles cuerpos para que sean como su cuerpo glorioso. Nos transformará por medio del poder con que controla todas las cosas. |
Nueva Versión Internacional Simplificada
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