Números 10 - Biblia Lenguaje BásicoLas trompetas de plata 1 Dios dijo a Moisés: 2-8 —Toma un martillo y haz dos trompetas de plata, que solo podrán tocar los sacerdotes descendientes de Aarón. Cuando los sacerdotes toquen las dos trompetas, toda la comunidad se debe reunir delante de ti a la entrada de la Tienda del encuentro. Un solo toque de trompeta significa que solo deben reunirse contigo los jefes de las tribus. Las trompetas también te servirán para dar al pueblo la señal de ponerse en marcha. Al primer toque de trompeta, se pondrán en marcha todos los que estén acampados al oriente. A un nuevo toque de trompeta, se pondrán en marcha los que estén acampados en el sur. Esta será una ley permanente para vosotros y vuestros descendientes. 9 Cuando estéis en vuestra tierra y tengáis que salir a luchar contra alguien que os ataque, tocad las trompetas y gritad con todas vuestras fuerzas. Entonces yo, que soy vuestro Dios, me acordaré de vosotros y os libraré de vuestros enemigos. 10 Tocad también las trompetas en los días de alegría y en vuestras fiestas anuales, a principio de mes y cuando me presentéis vuestros sacrificios de todo tipo. Esto os servirá para acordaros de mí, que soy vuestro Dios. II. Desde el Sinaí hasta las llanuras de Moab Los israelitas se van del Sinaí 11 La nube que estaba sobre la Morada se levantó el día veinte del segundo mes del año segundo. 12-13 Ese día, tal como Dios les había ordenado por medio de Moisés, los israelitas se levantaron y siguieron la nube desde el desierto de Sinaí hasta el desierto de Parán, donde se detuvo la nube. 14-27 Las tribus de Israel, por escuadrones, con sus respectivos jefes y banderas al frente, marcharon en el siguiente orden: la tribu de Judá, con su jefe Naasón, hijo de Aminadab; la tribu de Isacar, con su jefe Natanael, hijo de Zuar; la tribu de Zabulón, con su jefe Eliab, hijo de Jelón; la tribu de Rubén, con su jefe Elisur, hijo de Sedeur; la tribu de Simeón, con su jefe Selumiel, hijo de Zurisaday; la tribu de Gad, con su jefe Eliasaf, hijo de Deuel; la tribu de Efraín, con su jefe Elisamá, hijo de Amihud; la tribu de Manasés, con su jefe Gamaliel, hijo de Pedasur; la tribu de Benjamín, con su jefe Abidán, hijo de Guideoní; la tribu de Dan, con su jefe Ajiezer, hijo de Amisaday; la tribu de Aser, con su jefe Paguiel, hijo de Ocrán; y la tribu de Neftalí, con su jefe Ajirá, hijo de Enán. Entre las tribus de Zabulón y de Rubén marchaban los descendientes de Guersón y Merarí. Ellos eran los encargados de desarmar la Morada y de transportarla por el camino, pues eran los únicos que podían hacerlo. Después de la tribu de Gad marchaban los descendientes de Queat. Ellos eran los encargados de llevar todos los utensilios de la Morada. Como venían detrás de los descendientes de Guersón y Merarí, cuando llegaban donde tenían que acampar, ya encontraban montada la Morada. 28 Siempre que los israelitas tenían que ponerse en marcha por escuadrones, lo hacían en ese orden. Moisés y Jobab 29 Moisés dijo a su suegro Jobab, hijo de Deuel el madianita: —Nosotros vamos al territorio que Dios ha prometido darnos. Ven con nosotros. Te trataremos bien, lo mismo que Dios ha prometido tratar bien a Israel. 30 Pero Jobab le contestó: —No, gracias. Prefiero regresar a la región en donde viven mis parientes. 31 Moisés le volvió a decir: —No nos dejes. Tú conoces bien el desierto y sabes dónde podemos acampar. 32 Si vienes con nosotros y nos guías, te daremos una parte de todo lo que Dios nos dé. 33 Salieron del monte de Dios, y caminaron durante tres días. En todo ese tiempo, los israelitas iban con el Arca del pacto, buscando un lugar donde acampar. 34 Por las mañanas, cuando estaban a punto de iniciar la marcha, la nube de Dios se ponía encima de ellos 35 y Moisés decía: —¡Dios mío, levántate! ¡Haz que tus enemigos huyan espantados! ¡Haz que los que te odian huyan ante ti! 36 Y cuando el Arca se detenía, Moisés decía: —¡Dios mío, permanece junto a Israel, tu pueblo numeroso! |