Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -

Miqueas 7 - Biblia Lenguaje Básico


Lamento del profeta

1 Yo, Miqueas, soy un miserable, y quisiera calmar mi apetito. Ando en busca de uvas o higos, pero no encuentro nada que comer ya todo lo han cosechado.

2 Ya no hay en este mundo gente buena y que ame a Dios; unos a otros se hacen daño. Solo esperan el momento de matarse unos a otros.

3 Los gobernantes y los jueces exigen dinero para favorecer a los ricos. Los poderosos dicen lo que quieren y siempre actúan con falsedad. ¡Son unos maestros para hacer lo malo!

4 ¡El más bueno y honrado de ellos es peor que una mata de espinos! Pero ya está cerca el día de la desgracia en que Dios los castigará, tal como lo anunciaron los profetas.

5 Por eso, no confiéis en nadie, ni siquiera en vuestros amigos. Tened cuidado de lo que habláis incluso con vuestra propia esposa;

6 porque los hijos y las hijas no respetan a sus padres, las nueras desprecian a sus suegras, y nuestros peores enemigos los tenemos en la familia.

7 Pero yo pondré mi confianza en Dios. Él es mi salvador, y sé que me escuchará.


Dios salvará a su pueblo

8 Así habla Jerusalén: Edom, enemiga mía, no te alegres de verme en desgracia; me han hecho caer, pero volveré a levantarme. Ahora estoy rodeada de oscuridad, pero Dios es mi luz.

9 Es verdad que he pecado contra Dios y por eso tengo que soportar su castigo; pero un día me hará justicia y me hará gozar de su salvación.

10 Edom, enemiga mía, tú me preguntabas por mi Dios; pues vas a quedar avergonzada cuando veas lo que Dios hará por mí. Entonces me alegraré al verte pisoteada como el barro de las calles.

11 Ya está cerca el día, Jerusalén, en que tus muros serán reconstruidos y ensanchado tu territorio.

12 Ya está cerca el día en que vendrán a visitarte pueblos de todas partes: vendrán de Asiria y de Egipto, del río Nilo y del río Éufrates, de un mar a otro mar, de una montaña a otra montaña.

13 Porque el territorio de esos países quedará hecho un desierto por los pecados de sus habitantes.


Oración a favor del pueblo

14 Dios nuestro, cuida de este rebaño tuyo que vive solitario en el bosque en medio de fértiles campos; como lo hiciste en otro tiempo, alimenta a tus ovejas con los abundantes pastos que crecen en Basán y en Galaad.

15 Muéstranos tus grandes acciones, como cuando nos sacaste de Egipto.

16 ¡Haz que las naciones poderosas las vean y se queden asombradas! ¡Haz que por la sorpresa no puedan hablar ni oír!

17 Obliga a esas naciones a arrastrarse por el suelo, como lo hacen las serpientes. Oblígalas a salir de sus refugios, para que, llenas de miedo, se humillen ante ti, Dios nuestro.

18 No hay otro Dios que, como tú, perdone los pecados y olvide las maldades de los pocos que quedamos con vida. Tan grande es tu amor por nosotros que tu ira no dura para siempre.

19 ¡Vuelve a compadecerte de nosotros y arroja todos nuestros pecados a lo más profundo del mar!

20 Déjanos disfrutar de tu amor y fidelidad, porque así lo prometiste en tiempos pasados a Abrahán, a Jacob, y a todos nuestros antepasados.

Swiv nou:



Piblisite