Jeremías 52 - Biblia Lenguaje Básico

IV. Apéndice histórico Nabucodonosor destruye Jerusalén

¹ Sedecías comenzó a reinar a los veintiún años. La capital de su reino fue Jerusalén y su reinado duró once años. Su madre era de Libná y se llamaba Jamital, hija de Jeremías.

² Sedecías desobedeció a Dios, al igual que Joacín;

³ por eso Dios se enfureció con Jerusalén y Judá, y las rechazó. Después de un tiempo, Sedecías también se puso en contra del rey de Babilonia.

⁴ El día diez del mes décimo, el mes de Tébet, durante el noveno año del reinado de Sedecías, el rey Nabucodonosor se puso en camino con todo su ejército para atacar Jerusalén. Acampó frente a la ciudad y construyó rampas para atacarla mejor.

⁵ La ciudad permaneció rodeada hasta el año once del reinado de Sedecías.

⁶ Para el día nueve del cuarto mes, el mes de Tamuz de ese año, ya no había en Jerusalén nada que comer.

⁷ Por eso el rey Sedecías y sus soldados hicieron una abertura en la muralla que rodeaba la ciudad. Salieron por la puerta que estaba entre las dos murallas, junto a los jardines del rey, y esa noche se escaparon. Salieron corriendo a la zona del desierto. Mientras tanto, los soldados de Babilonia seguían rodeando la ciudad.

⁸ Pero luego los soldados de Babilonia persiguieron al rey Sedecías y lo alcanzaron en la llanura de Jericó. Todo su ejército huyó y lo abandonó.

⁹ Los babilonios atraparon a Sedecías y lo llevaron ante el rey de Babilonia, que estaba en Riblá, en el territorio de Jamat. Allí Nabucodonosor decidió cómo castigar a Sedecías.

¹⁰ En primer lugar, mandó que mataran en su presencia a los hijos de Sedecías y a todos los hombres importantes de Judá;

¹¹ luego mandó que sacaran los ojos a Sedecías, que lo sujetaran con cadenas de bronce y que se lo llevaran a Babilonia, donde estuvo preso hasta el día en que murió.

¹² Nebuzaradán, comandante de la guardia personal del rey y general del ejército de Babilonia, llegó a Jerusalén el día diez del mes quinto, el mes de Ab, del año diecinueve del reinado de Nabucodonosor.

¹³ Nebuzaradán incendió el Templo de Dios, el palacio del rey y todas las casas de Jerusalén, en especial las de los líderes más importantes.

¹⁴ Luego, los soldados babilonios, que estaban a las órdenes del jefe de la guardia personal del rey, derribaron todas las murallas que rodeaban la ciudad de Jerusalén.

¹⁵ Finalmente, Nebuzaradán se llevó prisioneros a Babilonia a todos los que habían quedado en la ciudad, incluyendo a los que se habían unido al rey de Babilonia.

¹⁶ Sin embargo, dejó a los judíos más pobres para que cultivaran los viñedos y los campos.

¹⁷ Los babilonios destrozaron las columnas que había frente al Templo de Dios, así como las bases de los recipientes y el gran tanque de agua; recogieron luego todo el bronce y se lo llevaron a Babilonia.

¹⁸ Se llevaron también las vasijas, las paletas, las tenazas, los cucharones y los demás utensilios de bronce utilizados en el Templo.

¹⁹ Nebuzaradán se llevó además una gran cantidad de otros objetos de oro y plata, tales como barreños, braseros, ollas, candelabros y bandejas para las ofrendas.

²⁰ No fue posible calcular el peso del bronce de las dos columnas, ni el del enorme tanque para el agua, ni el de los doce toros que estaban debajo del tanque, ni el de las bases que el rey Salomón había mandado hacer para el Templo.

²¹ Las dos columnas eran iguales, y cada una medía más de ocho metros de altura y tenía una circunferencia de cinco metros y medio. Las columnas eran huecas por dentro y el grosor del bronce era de unos siete centímetros.

²² La parte superior de cada columna tenía un capitel de bronce, que medía más de dos metros, con una hilera de figuras de bronce,

²³ unas en forma de granada y otras en forma de cadena. Alrededor de cada columna había labradas unas noventa y seis granadas, pero por encima de las cadenas había más de cien.

²⁴ Además, Nebuzaradán apresó a Seraías, jefe de los sacerdotes; a Sofonías, sacerdote que le seguía en importancia; y a los tres encargados de la vigilancia del Templo.

²⁵ En la ciudad apresó también a un alto jefe del ejército, a siete consejeros del rey, al oficial encargado de reunir a los soldados, y a otros sesenta hombres. Todos ellos estaban en Jerusalén,

^26-27 pero Nebuzaradán se los llevó a Riblá, en el territorio de Jamat, donde Nabucodonosor, rey de Babilonia, ordenó que los mataran. De esta manera, casi todo el pueblo de Judá fue deportado lejos de su tierra.

^28-30 Los prisioneros que Nabucodonosor se llevó a Babilonia fueron un total de 4600, distribuidos de la siguiente manera: A los siete años de su reinado: 3023 judíos. A los dieciocho años de su reinado: 832 habitantes de Jerusalén. A los veintitrés años de su reinado: 745 judíos, que se llevó Nebuzaradán, el capitán de su guardia.

El rey Jeconías es liberado

³¹ Jeconías, rey de Judá, llevaba ya treinta y siete años cautivo en Babilonia cuando Evil Merodac comenzó a reinar en ese país. El día veinticinco del duodécimo mes, es decir el mes de Adar, Evil Merodac, con ocasión de su elevación al trono, indultó a Jeconías y lo sacó de la cárcel.

³² Le dio un trato de favor y le concedió un lugar de privilegio entre los otros reyes que estaban con él en Babilonia.

³³ Así que Jeconías dejó de usar su ropa de prisionero y el resto de su vida comió con el rey

³⁴ que, además, le proporcionó todo lo necesario para su mantenimiento. Jeconías disfrutó de este privilegio hasta el día de su muerte.