Jeremías 1 - Biblia Lenguaje BásicoIntroducción 1-3 Yo soy el profeta Jeremías, hijo de Jelcías. Soy del pueblo de Anatot, y vengo de una familia de sacerdotes. Anatot está en el territorio de la tribu de Benjamín. Dios me dio este mensaje, cuando Josías, hijo de Amón llevaba trece años como rey de Judá. También me dio otros mensajes durante los reinados de Joacín y de Sedecías, hijos del rey Josías. Sedecías reinó durante once años y cinco meses, pero dejó de ser rey cuando los babilonios lo derrotaron y se llevaron prisioneros a los que vivían en Jerusalén. I. Mensajes sobre Judá y Jerusalén (1–25) Dios llama a Jeremías 4 Dios me dijo: 5 —Yo te elegí antes de que nacieras; te escogí para que hablaras en mi nombre a todas las naciones del mundo. 6 Le contesté: —Mira, Dios mío, que yo no sé hablar en público y todavía soy muy joven. 7-9 Pero Dios me tocó los labios y me dijo: —No digas que eres muy joven. A partir de este momento tú hablarás por mí. Irás adonde yo te mande y dirás todo lo que yo te diga. No tengas miedo pues yo estaré a tu lado para cuidarte. 10 Desde hoy tendrás poder sobre reinos y naciones, para arrancar y arrasar, para destruir y derribar, pero también para reconstruir y plantar. 11-13 Luego Dios me hizo estas preguntas: —Jeremías, dime, ¿qué ves? Yo le respondí: —Veo la rama de un almendro que es el primer árbol en florecer. Entonces me dijo: —Tienes razón. Pues también yo soy el primero en hacer cumplir mis palabras. Pero, ¿qué más ves? Le respondí: —Veo una olla hirviendo, que está por volcarse desde el norte. 14 Entonces Dios me explicó: —Desde el norte voy a enviar un terrible castigo sobre todos los que viven en este país. 15 Ya lo he decidido. Estoy reuniendo a todos los reinos del norte que vendrán y pondrán sus tronos a la entrada misma de Jerusalén. Atacarán a sus habitantes y a todos los que viven en Judá, y se los llevarán presos. 16 Voy a castigar a mi pueblo, porque todos ellos se han comportado muy mal. Adoraron ídolos que ellos mismos hicieron y les ofrecieron incienso; a mí, en cambio, me abandonasteis. 17 Así que, ¡prepárate! Ve y diles todo lo que yo te mando. No les tengas miedo, pues de lo contrario te haré temblar de miedo cuando te enfrentes a ellos. 18 Yo te haré tan fuerte como una columna de hierro, como un portón de bronce, como una ciudad amurallada. Vas a enfrentarte a todas las autoridades, a todo el pueblo de Judá. 19 Esa gente luchará contra ti, pero no te podrá vencer, porque yo estaré a tu lado para cuidarte. Soy yo, Dios, quien lo asegura. |