1 Samuel 16 - Biblia Lenguaje Básico

Historia del rey David (16.1–31.13) David es elegido rey

¹ Dios dijo a Samuel: —¿Hasta cuándo vas a estar triste por Saúl? Yo lo he rechazado, así que ya no será rey. Anda, llena de aceite una vasija y vete a Belén, donde vive Jesé porque he elegido a uno de sus hijos para que sea rey de Israel.

² Pero Samuel le dijo: —¿Cómo voy a ir? Si Saúl llega a saberlo, me matará. Dios le dijo: —Lleva contigo una ternera y di que vas a presentarme una ofrenda.

³ Pídele a Jesé que te acompañe. Cuando yo te diga a cuál de sus hijos he elegido como rey, tú derramarás el aceite sobre su cabeza.

⁴ Samuel hizo lo que Dios le ordenó. Cuando llegó a Belén, los dirigentes del pueblo se preocuparon mucho y le dijeron: —¿A qué has venido? ¿Hay algún problema?

⁵ Samuel les contestó: —Todo está bien. No pasa nada. Solo he venido a ofrecer a Dios un sacrificio. Preparaos y venid conmigo a ofrecer el sacrificio. Samuel mismo purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó a participar en el sacrificio.

⁶ Cuando llegaron, Samuel vio a Eliab y pensó: —Estoy seguro de que Dios ha elegido como rey a este joven.

⁷ Pero Dios le dijo: —Samuel, no te fijes en su apariencia ni en su gran estatura. Este no es mi elegido. Yo no me fijo en las apariencias; yo me fijo en el corazón.

⁸ Jesé llamó entonces a Abinadab y se lo presentó a Samuel. Pero Samuel le dijo: —Tampoco a este lo ha elegido Dios.

⁹ Luego Jesé llamó a Samá, pero Samuel le dijo: —Tampoco a este lo ha elegido Dios.

¹⁰ Jesé presentó a Samuel siete hijos suyos, pero Samuel le dijo que ninguno de ellos era el elegido de Dios.

¹¹ Así que preguntó a Jesé: —¿No tienes más hijos? Y Jesé le contestó: —Tengo otro, que es el más joven. Está cuidando las ovejas. Samuel le dijo: —Manda a llamarlo, pues no podemos continuar hasta que él venga.

¹² Jesé hizo llamar a David, que era un joven de piel sonrosada, ojos brillantes y muy guapo. Entonces Dios dijo a Samuel: —Toma el aceite y derrámalo sobre su cabeza, porque él es mi elegido.

¹³ Samuel tomó aceite y lo derramó sobre David en presencia de sus hermanos. Después regresó a Ramá. En cuanto a David, desde aquel mismo día el espíritu de Dios estuvo con él.

David sirve a Saúl

¹⁴ A Saúl, en cambio, lo abandonó el espíritu de Dios, y el propio Dios permitió que un mal espíritu lo atormentara.

¹⁵ Un día dijeron sus sirvientes a Saúl: —Ya ves que Dios ha permitido que un mal espíritu te atormente.

¹⁶ Manda a buscar a alguien que sepa tocar el arpa. Así, cuando venga ese mal espíritu, el músico tocará y tú te sentirás mejor.

¹⁷ Saúl ordenó a sus sirvientes: —Buscad a alguien que toque bien el arpa y traédmelo.

¹⁸ Uno de ellos le dijo: —Yo conozco a uno. Se llama David y es hijo de Jesé, el que vive en Belén. Toca muy bien el arpa y es también un guerrero muy valiente; además, sabe hablar bien y es muy guapo. ¡Y Dios siempre lo ayuda!

¹⁹ Entonces Saúl envió a Jesé este mensaje: —Envíame a tu hijo David, el que cuida las ovejas.

²⁰ Jesé envió a Saúl a su hijo David, aprovechando la ocasión para enviarle también como regalo, un burro cargado con pan, un recipiente de cuero lleno de vino, y un cabrito.

²¹ Así fue como David se presentó ante Saúl poniéndose a su servicio. Y tanto agradó David a Saúl que lo nombró su escudero.

²² Por eso Saúl le mandó decir a Jesé: —Estoy muy contento con tu hijo; deja que se quede a mi servicio.

²³ Siempre que el mal espíritu atacaba a Saúl, David tocaba el arpa; entonces el mal espíritu se alejaba y Saúl se sentía aliviado.