1 Corintios 1 - Biblia Lenguaje BásicoSaludo 1-3 Queridos hermanos de la Iglesia de Dios en Corinto: Recibid saludos míos, y de nuestro hermano Sóstenes. Yo, Pablo, deseo de todo corazón que nuestro Padre Dios y el Señor Jesucristo os llenen de gracia y de paz. Dios me eligió para ser apóstol de Jesucristo, y también os eligió a vosotros para que viváis unidos a él y forméis parte de su pueblo elegido. Así estaréis unidos a nosotros y a todos los que adoran y alaban a nuestro Señor Jesucristo en todo el mundo. La oración de Pablo 4 Constantemente doy gracias por vosotros a Dios que os ha concedido su gracia a través de Jesucristo 5 y, además, os ayudó a comprender su mensaje y a comunicarlo mejor. 6 Vosotros creísteis totalmente en el mensaje de Jesucristo. 7 Por eso, mientras esperáis que Jesucristo vuelva, no os faltará ninguna bendición de Dios. 8 De ese modo os mantendréis firmes en la fe hasta el fin y, cuando Jesús llegue, nadie os acusará de haber hecho algo malo. 9 Dios os eligió para que compartáis todo con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, y él siempre cumple su palabra. ¡Vivamos unidos! 10-11 Hermanos míos, os ruego, de parte de nuestro Señor Jesucristo, que os pongáis todos de acuerdo y que no haya divisiones entre vosotros. Al contrario, vivid unidos y tratad de poneros de acuerdo en lo que pensáis y sentís. Algunos de la familia de Cloe me dijeron que hay asuntos por los que estáis discutiendo mucho. 12 Mientras que algunos dicen: «Yo soy seguidor de Pablo», otros dicen: «pues yo no, yo lo soy de Apolo». Hay también otros que dicen: «Yo soy seguidor de Pedro», e incluso no faltan quienes dicen: «Yo sigo a Cristo». 13 Pero, ¿es que hay un Cristo dividido? Además, no fui yo el que murió en la cruz para salvaros. Ni fuisteis bautizados en mi nombre. 14-16 Gracias a Dios, solo bauticé a Crispo, a Gayo y a la familia de Estéfanas. No recuerdo haber bautizado a nadie más. Así que, nadie puede presumir de tener una especial relación conmigo por haber sido bautizado en mi nombre. 17 Y es que Cristo no me mandó a bautizar, sino a anunciar la buena noticia. Y no me mandó a anunciarla con palabras elegantes. De otro modo, la muerte de Cristo en la cruz no habría servido para nada. ¡Cristo es poderoso! 18 Hay quienes piensan que hablar de la muerte de Cristo en la cruz es una tontería. Pero los que opinan así no se salvarán, pues viven haciendo el mal. Sin embargo, para los que sí van a salvarse, es decir, para nosotros, ese mensaje está apoyado en el poder de Dios. 19 En las Escrituras Dios dice: ¡Dejaré confundidos a los que creen que saben mucho! 20 Dios ha demostrado que la gente de este mundo es necia, pues cree saberlo todo. En realidad, nadie puede presumir de sabio o de tener todas las respuestas sobre las cosas de este mundo. 21 Dios es tan sabio que no ha querido que la gente de este mundo lo conociera mediante el conocimiento humano. En lugar de eso, decidió salvar a los que creyeran en el mensaje que anunciamos, aun cuando este mensaje parezca algo absurdo. 22 Para creer en este mensaje, los judíos quieren ver milagros y los griegos quieren que suene razonable e inteligente. 23 Pero nosotros anunciamos que Jesús es el Mesías, ¡y que murió en la cruz! Para los judíos, esto es algo absurdo; y para los que no son judíos, es cosa de locos. 24 En cambio, para los que fueron elegidos por Dios, sean judíos o no, se trata de un Mesías en el que Dios ha mostrado su poder y su sabiduría. 25 Así que, lo que parece algo sin sentido aunque provenga de Dios, es mucho más sabio que la sabiduría de este mundo. Podría pensarse que Dios es débil, pero en realidad es más fuerte que nadie. 26 Recordad lo que erais cuando Dios os eligió. Porque muy pocos erais sabios y muy pocos ocupabais puestos de poder o pertenecíais a familias importantes. 27-28 Y aunque la gente de este mundo piensa que sois torpes y no tenéis importancia, Dios os eligió, para que los que se creen sabios entiendan que no saben nada. Dios eligió a los que, desde el punto de vista humano, son débiles, despreciables y de poca importancia, para que los que se creen muy importantes se den cuenta de que en realidad no lo son. 29 Por eso, ante Dios, nadie tiene de qué sentirse orgulloso. 30 Dios os ha unido a Cristo Jesús, y gracias a esa unión ha hecho que Cristo sea nuestra sabiduría, nuestra salvación, nuestra liberación y nuestra santificación. 31 Por lo tanto, como dice la Escritura, si alguien quiere sentirse orgulloso de algo, que se sienta orgulloso de Jesucristo, el Señor. |