Tito 3 - Biblia Torres Amat 18251 que no digan mal de nadie, que no sean pleitistas ni pendencieros; sino modestos, tratando a todos los hombres con toda la dulzura posible. 2 Porque también nosotros éramos en algún tiempo insensatos, incrédulos, extraviados, esclavos de infinitas pasiones y deleites, llenos de malignidad y de envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos los unos a los otros. 3 Pero después que Dios, nuestro salvador , ha manifestado su benignidad y amor para con los hombres, 4 nos ha salvado, no a causa de las obras de justicia que hubiésemos hecho, sino por su misericordia, haciéndonos renacer por el bautismo , y renovándonos por el Espíritu Santo, 5 que él derramó sobre nosotros copiosamente, por Jesucristo, salvador nuestro, 6 para que justificados por la gracia de éste mismo, vengamos a ser herederos de la vida eterna, conforme a la esperanza que de ella tenemos. 7 Doctrina es ésta certísima; y deseo que arraigues bien en ella a los que creen en Dios, a fin de que procuren aventajarse en practicar buenas obras. Estas cosas son las loables y provechosas a los hombres. 8 Pero cuestiones necias, genealogías, contiendas, y debates sobre la ley, evítalas, porque son inútiles y vanas. 9 Huye del hombre hereje, después de haberle corregido una y dos veces. 10 sabiendo que quien es de esta ralea, está pervertido y es delincuente, siendo condenado por su propia conciencia. 11 Luego que yo hubiere enviado a ti a Artemas, o a Tíquico, date prisa en venir a mí a Nicópolis; pues he resuelto pasar allí el invierno. 12 Envía delante con todo honor a Zenas, doctor de la ley, con Apolo, procurando que nada les falte. 13 Aprendan así mismo los nuestros a ejercitar los primeros las buenas obras en las necesidades que se ofrecen, para no ser estériles y sin fruto. 14 Todos los que están conmigo te saludan; saluda tú a los que nos aman conforme a la fe. La gracia de Dios sea con todos vosotros. Amén. 15 Pablo, preso por amor de Jesucristo, y Timoteo su hermano, al amado Filemón, coadjutor nuestro, |
Copyright © Félix Torres Amat. Traducción de la Vulgata al castellano 1825.