Salmos 3 - Biblia Torres Amat 18251 ¡Ah, Señor! ¿Cómo es que se han aumentado tanto mis perseguidores? Son muchísimos los que se han rebelado contra mí. 2 Muchos dicen de mí: Ya no tiene que esperar de su Dios salvación o amparo. 3 Pero tú, ¡oh Señor!, tú eres mi protector, mi gloria, y el que me haces levantar cabeza. 4 A voces clamé al Señor, y él me oyó benigno desde su santo monte. 5 Yo me dormí, y me entregué a un profundo sueño; y me levanté, porque el Señor me tomó bajo su amparo. 6 No temeré, pues, a ese innumerable gentío que me tiene cercado; levántate, ¡oh Señor!, sálvame tú, Dios mío. 7 Pues tú has castigado a todos los que sin razón me hacen guerra; les has quebrado los dientes a los pecadores. 8 Del Señor nos viene la salvación; y tú, oh Dios mío, bendecirás a tu pueblo. |
Copyright © Félix Torres Amat. Traducción de la Vulgata al castellano 1825.