Proverbios 2 - Biblia Serafín de Ausejo 19751 Hijo mío, si recibes mis palabras y guardas para ti mis preceptos, 2 prestando atención a la sabiduría e inclinando tu corazón a la prudencia, 3 si de verdad recurres al entendimiento y elevas tu voz hacia la prudencia; 4 si la codicias como la plata y la buscas como un tesoro oculto, 5 entonces comprenderás el temor de Yahveh y hallarás la ciencia de Dios; 6 porque es Yahveh quien da la sabiduría, de su boca brotan la ciencia y la prudencia. 7 Él reserva el éxito a los justos, es un escudo para quien bien camina, 8 protege los senderos de la justicia y custodia el camino de sus fieles. 9 Entonces entenderás la justicia y la equidad, la rectitud y todas las sendas del bien, 10 porque la sabiduría entrará en tu corazón y te será atractiva la ciencia, 11 la reflexión velará sobre ti y la prudencia será tu protección, 12 para librarte del mal camino, del hombre de lenguaje pérfido, 13 de quienes abandonan los rectos senderos y van por caminos tenebrosos; 14 de quienes disfrutan haciendo el mal y se complacen en actos perversos; 15 cuyos senderos son tortuosos y sus caminos extraviados. 16 Te librarás de la mujer ajena, de la extranjera que endulza sus palabras, 17 que abandona al compañero de su juventud y olvida la alianza de su Dios; 18 su casa se hunde en la muerte y sus senderos en las sombras. 19 Los que van a ella no retornan ni alcanzan los caminos de la vida. 20 Tú andarás por el camino de los buenos y seguirás los senderos de los justos, 21 porque los rectos habitarán la tierra y los íntegros morarán en ella, 22 mientras los perversos serán expulsados y los impíos arrancados de ella. |
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