Éxodo 32 - Biblia Reina Valera 20001 Mas viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se juntó entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, aquel varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 2 Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que [están] en las orejas de vuestras mujeres, y de vuestros hijos, y de vuestras hijas, y traédmelos. 3 Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que [tenían] en sus orejas, y los trajeron a Aarón, 4 el cual los tomó de las manos de ellos, y lo formó con buril, e hizo de ello [un] becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos [son] tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 5 Y viendo esto Aarón, edificó [un] altar delante del [becerro]; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana [será] fiesta al SEÑOR. 6 Y el día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantaron a regocijarse. 7 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de [la] tierra de Egipto se ha corrompido. 8 Presto se han apartado del camino que [yo] les mandé, y se han hecho [un] becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos [son] tus dioses, que te sacaron de [la] tierra de Egipto. 9 Dijo más el SEÑOR a Moisés: [Yo] he visto a este pueblo, que [por] cierto es pueblo de dura cerviz. 10 Ahora pues, déjame que se encienda mi furor en ellos, y los consuma; y a ti [yo] te pondré sobre gran gente. 11 Entonces Moisés oró a la faz del SEÑOR su Dios, y dijo: ¡Oh SEÑOR! ¿Por qué se encenderá tu furor en tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran fortaleza, y con mano fuerte? 12 ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del furor de tu ira, y arrepiéntete del mal de tu pueblo. 13 Acuérdate de Abraham, de Isaac, y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: [Yo] multiplicaré vuestra simiente como las estrellas del cielo; y daré a vuestra simiente toda esta tierra que he dicho, y la tomarán por heredad para siempre. 14 Entonces el SEÑOR se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo. 15 Y volvió Moisés, y descendió del monte trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de una parte y de otra estaban escritas. 16 Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. 17 Y oyendo Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea [hay] en el campamento. 18 Y él respondió: No [es] alarido de respuesta de fuertes, ni alarido de respuesta de flacos; alarido de cantar oigo yo. 19 Y aconteció, que cuando llegó él al campamento, y vio el becerro y las danzas, el furor se le encendió a Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte. 20 Y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y [lo] dio a beber a los hijos de Israel. 21 Y dijo Moisés a Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él [tan] gran pecado? 22 Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es [inclinado] a mal. 23 Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros, que a este Moisés, el varón que nos sacó de tierra de Egipto, no sabemos qué le ha acontecido. 24 Y [yo] les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y me lo dieron, y lo eché en el fuego, y salió este becerro. 25 Y viendo Moisés que el pueblo estaba desnudo, porque Aarón lo había desnudado para vergüenza entre sus enemigos, 26 se puso Moisés a la puerta del real, y dijo: ¿Quién es del SEÑOR? [Júntese] conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví. 27 Y él les dijo: Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. 28 Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres. 29 Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado al SEÑOR, porque cada uno [se ha consagrado] en su hijo, y en su hermano, para que dé él hoy bendición sobre vosotros. 30 Y aconteció que el día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado; mas [yo] subiré ahora al SEÑOR; por ventura le aplacaré acerca de vuestro pecado. 31 Entonces volvió Moisés al SEÑOR, y dijo: Yo te ruego, [pues], este pueblo ha cometido [un] gran pecado, porque se hicieron dioses de oro, 32 que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito. 33 Y el SEÑOR respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré [yo] de mi libro. 34 Ve pues ahora, lleva a este pueblo donde te he dicho; he aquí mi ángel irá delante de ti; que en el día de mi visitación [yo] visitaré en ellos su pecado. 35 Y el SEÑOR hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón. |
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