Eclesiastés 8 - Biblia Reina Valera 20001 ¿Quién como el sabio? ¿Y quién [como] el que sabe la interpretación de las cosas? La sabiduría de [éste] hombre hará relucir su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará. 2 Yo [te aviso] que guardes el mandamiento del rey y la palabra del pacto [que hiciste] con Dios. 3 No seas ligero a rebelar contra él, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quisiere; 4 porque la palabra del rey [es su] potestad, ¿y quién le dirá, qué haces? 5 El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio conoce el tiempo y el juicio. 6 Porque para toda voluntad hay tiempo y juicio; porque el mal del hombre es grande sobre él; 7 porque no sabe lo que será; ni cuándo haya de ser, ¿quién se lo enseñará? 8 No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en [tal] guerra; ni la impiedad librará al que la posee. 9 Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que se hace debajo del sol; el tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo. 10 Entonces vi también que [los] impíos sepultados vinieron [aún en memoria]; mas los que frecuentaban el lugar santo, fueron [luego] puestos en olvido en la ciudad donde con rectitud habían obrado. Esto también es vanidad. 11 Porque no se ejecuta en seguida [la] sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos lleno para hacer mal. 12 Aunque el que peca haga mal cien veces, y le sea prolongado [el juicio], con todo yo también sé que [les] irá bien [a] los que a Dios temen, los que temieren ante su presencia; 13 y que al impío nunca le irá bien, ni le serán prolongados los días, [que son] como sombra; por cuanto no temió delante de la presencia de Dios. 14 Hay [otra] vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos los cuales son pagados como [si hicieran] obras de impíos; y hay impíos, que son pagados como [si hicieran] obras de justos. Digo que esto también [es] vanidad. 15 Por tanto alabé yo la alegría; que no tenga el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba, y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le dio debajo del sol. 16 Por lo cual yo di mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la ocupación que se hace sobre la tierra (porque [hay quien] ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos). 17 Y he visto acerca de todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar [a entender la] obra que se hace debajo del sol; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que sabe, no [la] podrá alcanzar. |
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