Apocalipsis 5 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)1 En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un libro enrollado, escrito por ambos lados y sellado con siete sellos. 2 Y un ángel poderoso clamaba con voz sonora: - ¿Quién es digno de abrir el libro y romper sus sellos? 3 Y como nadie, ni en el cielo, ni en la tierra, ni en los abismos, podía desenrollar el libro para leerlo y ni siquiera mirarlo, me eché a llorar desconsoladamente. 4 (El v.5:4 está incluido en el anterior) 5 Pero uno de los ancianos me dijo: - No llores. ¿No ves que ha salido victorioso el león de la tribu de Judá, el retoño de David? El desenrollará el libro y romperá sus siete sellos. 6 Vi entonces un Cordero junto al trono, rodeado por los cuatro seres vivientes y por los ancianos. Estaba en pie y mostraba señales de haber sido degollado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. 7 Se acercó el Cordero, y recibió el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. 8 Entonces, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante el Cordero; todos tenían cítaras y copas de oro llenas de perfume, que son las oraciones de los santos. 9 Cantaban un cántico nuevo, que decía: -Digno eres de recibir el libro y romper sus sellos, porque has sido degollado y con tu sangre has adquirido para Dios gentes de toda raza, lengua, pueblo y nación. 10 Con ellas has constituido un reino de sacerdotes, que servirán a nuestro Dios y reinarán sobre la tierra. 11 A continuación escuché la voz de innumerables ángeles alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. Eran como millares de millones, 12 y proclamaban en un inmenso coro: -Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza. 13 Y oí también decir a las criaturas todas del cielo y de la tierra, de debajo de la tierra y del mar: -Alabanza, honor, gloria y poder por los siglos sin fin al que está sentado en el trono y al Cordero. 14 Los cuatro seres vivientes respondieron: 'Amén', y los ancianos se postraron en profunda adoración. |
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