Salmos 90 - Biblia Castilian 20031 Oración. De Moisés, hombre de Dios. Tú te has hecho, Se or, para nosotros el refugio por las generaciones. 2 Antes de que nacieran las monta as y la tierra y el orbe se formaran, de una a otra eternidad eres tú Dios. 3 Tú puedes reducir el hombre al polvo, con decirle: 'Volved, hijos de hombre'. 4 Mil a os a tus ojos son igual que el ayer, que ya pasó, o como una vigilia de la noche. 5 Tú los haces pasar y son un sue o, o como la hierba que nace con el alba, 6 florece y verdea en la ma ana y a la tarde está ya marchita y seca. 7 Nosotros perecemos en tu enojo en tu furor nos consumimos, 8 al poner tú nuestras culpas a la vista, nuestros secretos, a la luz de tu presencia. 9 Nuestros d as se van todos, en tu enojo fenecemos. Nuestros a os son lo mismo que un suspiro. 10 Nuestra vida es setenta a os, ochenta a os la vida de los fuertes: casi todos en afanes y miseria, pues rápido se pasan y nosotros nos volamos. 11 ¡Quién pudiera entender la fuerza de tu ira, para temer la violencia de tu enojo! 12 Ensé anos exacta la medida de los d as para que en nosotros penetre la sabidur a. 13 Retorna hacia nosotros, ¿hasta cuándo? y ten misericordia de tus siervos. 14 Sácianos de tus favores a la aurora, que podamos cantar y ser dichosos en todos nuestros d as. 15 Danos gozo a la medida de los d as de aflicción y de los a os que vimos infortunio. 16 Que se vea tu obra con tus siervos y tu esplendor ante sus hijos. 17 Sobre nosotros vengan las dulzuras del Se or, de nuestro Dios. Consolida en nosotros la acción de nuestras manos, la acción de nuestras manos fortalece. |
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