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Éxodo 32 - Biblia Castilian 2003

1 Viendo el pueblo que Moisés tardaba en bajar de la monta a, se congregó en torno a Aarón y le dijo: 'Anda, haznos dioses que vayan delante de nosotros, pues a ese Moisés, a ese hombre que nos sacó de Egipto, no sabemos qué le ha pasado'.

2 Aarón les respondió: 'Quitad los zarcillos de oro que penden de las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos'.

3 Todos los del pueblo se quitaron los zarcillos de oro que llevaban en sus orejas y se los entregaron a Aarón.

4 Él los recibió de sus manos, los hizo fundir en un molde y con el metal fundido fabricó un becerro. Entonces ellos gritaron: '¡Éste es tu dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto!'.

5 Cuando Aarón lo vio, edificó un altar ante el becerro y anunció: 'Ma ana será fiesta en honor de Yahveh'.

6 A la ma ana siguiente se levantaron temprano, ofrecieron holocaustos y presentaron sacrificios de comunión. Luego, la muchedumbre se sentó a comer y a beber, y después se levantaron para divertirse.

7 Entonces dijo Yahveh a Moisés: 'Anda, baja. Porque tu pueblo, el que yo saqué del pa s de Egipto, se ha pervertido.

8 Pronto se han desviado del camino que yo les hab a prescrito; se han fabricado un becerro de metal fundido, delante del cual se han postrado. Le han ofrecido sacrificios, y han dicho: 'Éste es tu dios, Israel, el que te ha sacado del pa s de Egipto''.

9 Y a adió Yahveh a Moisés: 'Bien veo que es un pueblo de dura cerviz.

10 Ahora, déjame que se encienda mi ira contra ellos y los extermine; pero yo haré de ti una gran nación'.

11 Moisés trató de apaciguar la faz de Yahveh, su Dios, diciendo: '¿Por qué, oh Yahveh, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, al que sacaste del pa s de Egipto con gran poder y mano fuerte?

12 ¿Por qué han de poder decir los egipcios: 'Con mala intención les ha hecho salir, para darles muerte en las monta as y para exterminarlos de la superficie de la tierra'? Apaga el furor de tu ira y renuncia a ese castigo con que amenazas a tu pueblo.

13 Acuérdate de Abrahán, de Isaac y de Israel, tus siervos, a quienes juraste por ti mismo, diciéndoles: 'Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y daré a vuestra descendencia todo ese pa s de que yo he hablado para que lo hereden perpetuamente''.

14 Yahveh renunció entonces al castigo con que hab a amenazado a su pueblo.

15 Volvióse Moisés y bajó de la monta a, llevando en sus manos las dos tablas del testimonio, tablas escritas por ambos lados, por una y otra cara.

16 Las dos tablas eran obra de Dios, y la escritura grabada en ellas era escritura de Dios.

17 Cuando oyó Josué el vocer o del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: 'Se oyen gritos de guerra en el campamento'.

18 Moisés le respondió: 'No son gritos de victoria, ni clamores de derrota. Cantos de coros que se alternan es lo que yo oigo'.

19 Cuando Moisés llegó cerca del campamento y divisó el becerro y vio las danzas, encendido en cólera, arrojó de sus manos las tablas y las hizo a icos al pie del monte.

20 Después tomó el becerro que hab an hecho, lo quemó y lo trituró hasta reducirlo a polvo, lo disolvió en agua y se lo hizo beber a los israelitas.

21 Dijo Moisés a Aarón: '¿Qué te ha hecho este pueblo, para que hayas cargado sobre él tan gran pecado?'.

22 Respondió Aarón: 'No se encienda la cólera de mi se or; tú conoces a este pueblo y sabes que está inclinado al mal.

23 Me dijeron: 'Haznos un dios que vaya delante de nosotros, pues no sabemos lo que ha ocurrido a ese Moisés, a ese hombre que nos sacó de la tierra de Egipto'.

24 Yo les respond: '¿Quién de vosotros tiene oro?'. Se desprendieron de él y me lo entregaron. Yo lo eché al fuego, y salió ese becerro'.

25 Viendo Moisés el desenfreno del pueblo, pues Aarón le hab a dejado sin freno, hasta el punto de haberse convertido en objeto de burla para sus adversarios,

26 se puso de pie a la puerta del campamento, y gritó: '¡A m los que están por Yahveh!'. Y acudieron a su llamada todos los levitas.

27 Les dijo: 'As habla Yahveh, Dios de Israel: c ase cada uno la espada al costado. Pasad y repasad de puerta en puerta por el campamento, y que cada uno mate a su hermano, o a su amigo, o a su pariente'.

28 Cumplieron los levitas las órdenes de Moisés y murieron aquel d a unos tres mil del pueblo.

29 Después dijo Moisés: 'Recibid hoy la investidura para el servicio de Yahveh, pues cada uno de vosotros ha ido contra su hijo y su hermano, de suerte que hoy os da él la bendición'.

30 A la ma ana siguiente dijo Moisés al pueblo: 'Habéis cometido un gran pecado; pero ahora voy a subir a Yahveh y quizá os consiga el perdón de vuestro pecado'.

31 Volvió Moisés a Yahveh y le dijo: 'Ciertamente, este pueblo ha cometido un grave pecado al fabricarse un dios de oro.

32 Pero ¡si quisieras perdonar su pecado! Y si no, bórrame del libro que tienes escrito'.

33 Yahveh respondió a Moisés: 'Al que haya pecado contra m, a ése borraré de mi libro.

34 Ahora, ve y conduce al pueblo al lugar que te he indicado. Mi ángel te precederá; pero los castigaré por su pecado el d a que yo exija cuentas'.

35 Yahveh castigó al pueblo por haberse fabricado el becerro que hab a modelado Aarón.

La Biblia Castilla 2003

La Biblia, Nueva Versión Internacional ®, (Castilian Version) Copyright © 1999, 2005 by Biblica, Inc.® Used by permission. All rights reserved worldwide.

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