Lo que daña el alma no es lo que entra por la boca, sino los pensamientos malos y las palabras con que estos se expresan.
Marcos 7:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ―¿Así que ustedes tampoco entienden? —les preguntó—. ¿No ven que lo que una persona come no puede contaminarla, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Él les dijo: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar, Biblia Nueva Traducción Viviente «¿Ustedes tampoco entienden? —preguntó—. ¿No se dan cuenta de que la comida que introducen en su cuerpo no puede contaminarlos? Biblia Católica (Latinoamericana) El les respondió: '¿También ustedes están cerrados? ¿No comprenden que nada de lo que entra de fuera en una persona puede hacerla impura?' La Biblia Textual 3a Edicion Y les dice: ¿Así que también vosotros estáis sin entendimiento? ¿No comprendéis que todo lo que de fuera entra en el hombre no puede contaminarlo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y les contesta: '¿Tan faltos de entendimiento estáis también vosotros? ¿No comprendéis que nada de lo externo que entra en el hombre puede contaminarlo, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y les dijo: ¿También vosotros estáis sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de afuera que entra en el hombre no le puede contaminar? |
Lo que daña el alma no es lo que entra por la boca, sino los pensamientos malos y las palabras con que estos se expresan.
¿Cómo se les ocurre pensar que me estoy refiriendo a la comida? Lo que dije fue que se cuidaran de la “levadura” de los fariseos y de los saduceos.
»Ahora bien, si ustedes mismos no entienden esa parábola, ¿cómo van a entender las demás?
Una vez en la casa, después de haber dejado a la gente, sus discípulos le preguntaron el significado de lo que acababa de decir.
porque los alimentos no entran al corazón sino al estómago, y después van a dar a la letrina? Con esto Jesús quiso decir que todos los alimentos son limpios.
Él les dijo: ―¡Qué torpes son ustedes! ¡Qué corazón tan lento tienen para creer todo lo que los profetas dijeron!
Jesús le respondió una vez más: ―Tú eres maestro de Israel, ¿y no sabes estas cosas?
Les he dado leche y no alimentos sólidos, porque no habrían podido digerirlos. Aun ahora es menester que los alimente con leche,
Quisiera decirles mucho más sobre este asunto, pero sé que, como no quieren entender, me va a ser difícil explicarlo.