Poco después tuve otro sueño. Esta vez vi que salían siete espigas de trigo de una caña. Las siete espigas eran gruesas y estaban llenas de grano.
Génesis 41:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Entonces, del mismo tallo, salieron siete espigas delgadas y marchitas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del viento solano, crecían después de ellas; Biblia Nueva Traducción Viviente Después aparecieron otras siete espigas de grano, pero estaban infestadas, resecas y marchitadas por el viento oriental. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero brotaron detrás de ellas siete espigas pequeñas, vacías y quemadas por el viento. La Biblia Textual 3a Edicion Pero, he ahí, siete espigas marchitas, menudas y resecas por el viento oriental crecían después de ellas, Biblia Serafín de Ausejo 1975 y que siete espigas vanas, delgadas y abrasadas por el viento del este brotaban tras de aquéllas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y que otras siete espigas delgadas, marchitas, abatidas del viento solano, subían después de ellas. |
Poco después tuve otro sueño. Esta vez vi que salían siete espigas de trigo de una caña. Las siete espigas eran gruesas y estaban llenas de grano.
Y las espigas delgadas devoraron a las gruesas. Les conté todo esto a mis magos, pero ninguno de ellos pudo darme su interpretación.
De repente, de la caña salieron otras siete espigas, pero estas eran delgadas y estaban vacías y las marchitaba el viento que venía del desierto.
Por eso, los pueblos que has conquistado no pudieron contra ti. Paralizados de terror y avergonzados, quedaron cual hierba del campo, cual césped tierno, como heno de los terrados que se marchita antes de la cosecha.
Él fue llamado el más fructífero de todos sus hermanos, pero el viento del este, un viento que el Señor enviará desde el desierto, soplará fuerte sobre él y secará su tierra. Todas sus fuentes de aguas, todos sus manantiales se secarán. Su tierra será arrasada y sus tesoros desaparecerán.
»Ellos han sembrado viento y cosecharán torbellino. Sus tallos de trigo permanecen secos, no tienen granos; y si les llegaran a quedar algunos, los extranjeros se los comerán.
Efraín está condenado a muerte. Es como un árbol que tiene las raíces secas y ya no da frutos. Y si llega a tener hijos, yo les quitaré la vida, aunque sean su fruto más precioso».