Entonces Israel le dijo a José: ―Estoy para morir; pero Dios estará con ustedes y los hará volver a Canaán, la tierra de sus antepasados.
Éxodo 13:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Moisés tomó también consigo los huesos de José, porque José había hecho que los hijos de Israel le prometieran que llevarían consigo sus huesos cuando salieran de Egipto, pues estaba seguro de que Dios los sacaría. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Moisés llevó consigo los restos de José, porque José había hecho jurar a los hijos de Israel que así lo harían cuando dijo: «Pueden estar seguros de que Dios vendrá a ayudarlos. Cuando eso suceda, llévense de aquí mis restos con ustedes». Biblia Católica (Latinoamericana) Moisés llevó consigo también los huesos de José, conforme éste había hecho prometer con juramento a los hijos de Israel; pues les dijo: 'Con toda seguridad Dios los visitará; entonces se llevarán con ustedes mis huesos. La Biblia Textual 3a Edicion Moisés tomó consigo los huesos de José, pues éste había hecho jurar solemnemente a los hijos de Israel, diciendo: De cierto ’Elohim os visitará y llevaréis mis huesos de aquí con vosotros.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Moisés llevó consigo los huesos de José; pues éste había hecho jurar a los israelitas, diciendo: 'Dios ciertamente os visitará, y entonces os llevaréis de aquí mis huesos con vosotros'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había hecho jurar a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros. |
Entonces Israel le dijo a José: ―Estoy para morir; pero Dios estará con ustedes y los hará volver a Canaán, la tierra de sus antepasados.
Los ancianos creyeron que el Señor los había enviado. Y cuando supieron que el Señor los había visitado, que había visto sus sufrimientos y había decidido rescatarlos, se regocijaron, se arrodillaron y lo adoraron.
Sus vecinos y familiares se llenaron de alegría al enterarse de que el Señor había sido misericordioso.
La gente se llenó de miedo y, alabando a Dios, decía: ―Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha venido a ayudar a su pueblo.
transportaron sus cadáveres a Siquén para enterrarlos en la tumba que Abraham les había comprado a los hijos de Jamor, padre de Siquén.
Por la fe, José, poco antes de morir, dijo que los israelitas saldrían de Egipto y dio instrucciones acerca de lo que debían hacer con su cadáver.
Los huesos de José que el pueblo de Israel había traído consigo desde Egipto, fueron sepultados en Siquén, en la parcela que Jacob había comprado por cien piezas de plata a los hijos de Jamor, situada en el territorio asignado a las tribus de los hijos de José.