El cordel para medir se extenderá en línea recta, desde allí hasta la colina de Gareb, y luego girará hacia Goa.
Zacarías 2:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Le pregunté: «¿A dónde vas?». Y él me respondió: «Voy a medir a Jerusalén. Quiero ver cuánto mide de ancho y cuánto de largo». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y le dije: ¿A dónde vas? Y él me respondió: A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura, y cuánta su longitud. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Adónde vas? —le pregunté. —Voy a medir Jerusalén —me contestó— para ver cuánto mide de ancho y de largo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pregunté al Angel que me acompañaba qué significaban estos cuernos y él me respondió: 'Estas son las naciones enemigas de Judá y Jerusalén. La Biblia Textual 3a Edicion Y le pregunté: ¿A dónde vas? Y me respondió: A medir Jerusalem, para comprobar su anchura y su longitud. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pregunté al ángel que hablaba conmigo: '¿Qué significan?'. Me contestó: 'Son los cuernos que dispersaron a Judá, Israel y Jerusalén'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le dije: ¿A dónde vas? Y Él me respondió: A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura, y cuánta su longitud. |
El cordel para medir se extenderá en línea recta, desde allí hasta la colina de Gareb, y luego girará hacia Goa.
Me llevó allá y vi un hombre que parecía hecho de bronce. Estaba de pie junto a la puerta y en su mano tenía una cuerda de lino y una vara de medir.
»”Y como territorio para la ciudad se asignará, junto a la sección reservada para el santuario, un espacio de cinco mil codos de ancho por veinticinco mil codos de largo. Este terreno pertenecerá a todo el pueblo de Israel.
»Por lo tanto, así dice el Señor: “Volveré a compadecerme de Jerusalén. Allí se reconstruirá mi Templo y se extenderá el cordel de medir sobre Jerusalén”, afirma el Señor de los Ejércitos.
Yo pregunté al ángel que hablaba conmigo: «¿A dónde se llevan el recipiente?».
»Ahora vuelvo al que me envió, pero ninguno de ustedes me pregunta: “¿A dónde vas?”.
Se me dio una vara que servía para medir y se me ordenó: «Levántate y mide el templo de Dios y el altar, luego cuenta cuántos adoran allí.