Entonces Ocozías, hijo de Acab, dijo a Josafat: «Deja que mis hombres naveguen con tus hombres». Pero Josafat no se lo permitió.
Salmos 48:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Tal como lo habíamos oído, ahora lo hemos visto en la ciudad del Señor de los Ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios: ¡Él la hará permanecer para siempre! Selah Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Como lo oímos, así lo hemos visto En la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios; La afirmará Dios para siempre. Selah Biblia Nueva Traducción Viviente Habíamos oído de la gloria de la ciudad, pero ahora la hemos visto en persona, la ciudad del Señor de los Ejércitos Celestiales. Es la ciudad de nuestro Dios; él hará que sea segura para siempre. Interludio Biblia Católica (Latinoamericana) Tal como lo oímos,
así lo vimos en la ciudad del Señor Sabaot,
en la ciudad de nuestro Dios:
él la ha asentado para siempre. La Biblia Textual 3a Edicion Tal como lo oímos, lo hemos visto, En la ciudad de YHVH Sebaot, la ciudad de nuestro Dios, ’Elohim la afirmará para siempre. Selah Biblia Serafín de Ausejo 1975 tal el viento del este que hace trizas los navíos de Tarsis. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Como lo oímos, así hemos visto en la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios: Dios la afirmará para siempre. (Selah) |
Entonces Ocozías, hijo de Acab, dijo a Josafat: «Deja que mis hombres naveguen con tus hombres». Pero Josafat no se lo permitió.
Dios está en ella, la ciudad no caerá; al rayar el alba Dios le brindará su ayuda.
De Sión se dirá, en efecto: «Este y aquel nacieron en ella. El Altísimo mismo la ha establecido».
En los últimos días, el monte del Templo del Señor será establecido como el más alto de los montes; se alzará por encima de las colinas y hacia él correrán todas las naciones.
Los que viven y solo los que viven, son los que te alaban, como hoy te alabo yo. Los padres hablarán a sus hijos de tu fidelidad.
Tus remeros te llevaron por mares profundos, pero el viento del este te hará pedazos en el corazón de los mares.
En los últimos días, el monte del Templo del Señor será establecido como el más alto de los montes; se alzará por encima de las colinas y hacia él correrán todas las naciones.
Yo te digo que tú eres Pedro. Sobre esta piedra edificaré mi iglesia y las puertas de los dominios de la muerte no prevalecerán contra ella.