Las saetas del Todopoderoso me han herido, y mi espíritu absorbe su veneno. ¡Dios ha enviado sus terrores contra mí!
Salmos 38:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Porque tus flechas me han atravesado y sobre mí ha caído tu mano. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque tus saetas cayeron sobre mí, Y sobre mí ha descendido tu mano. Biblia Nueva Traducción Viviente Tus flechas me han herido muy adentro y tus golpes me aplastan. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues tus flechas en mí se han clavado, y tu mano se ha cargado sobre mí. La Biblia Textual 3a Edicion Porque tus saetas se han clavado en mí, Y tu mano ha descendido sobre mí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ah Señor, no me acuses en tu ira y en tu furor no me reprendas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque tus saetas cayeron sobre mí, y sobre mí ha descendido tu mano. |
Las saetas del Todopoderoso me han herido, y mi espíritu absorbe su veneno. ¡Dios ha enviado sus terrores contra mí!
Mi fuerza se fue debilitando como al calor del verano, porque día y noche tu mano pesaba sobre mí. Selah
Ten piedad de mí, Señor, porque desfallezco; sáname, Señor, porque mis huesos están en agonía.
La mano del Señor estuvo sobre ellos hasta que los eliminó por completo del campamento.
¿los esperarían ustedes hasta que crecieran? ¿Y por ellos se quedarían sin casarse? ¡No, hijas mías! Mi amargura es mayor que la de ustedes; ¡la mano del Señor se ha levantado contra mí!
Por eso convocaron a todos los jefes filisteos y protestaron: «¡Llévense el arca del Dios de Israel! ¡Devuélvanla a su lugar de origen, para que no nos mate a nosotros y a todos los nuestros!». Y es que el terror de la muerte se había apoderado de la ciudad, porque Dios había descargado su mano sobre ese lugar.
Entonces el Señor descargó su mano sobre la población de Asdod y sus alrededores, y los azotó con tumores.
y obsérvenla. Si se va en dirección de Bet Semes, su propio territorio, eso quiere decir que el Señor es quien nos ha causado esta calamidad tan terrible. Pero si la carreta se desvía para otro lugar, sabremos que no fue él quien nos hizo daño, sino que todo ha sido por casualidad».