El malvado hace alarde de su propia codicia; alaba al ambicioso y menosprecia al Señor.
Salmos 36:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Cree que merece alabanzas, al punto de no hallar aborrecible su propio pecado. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, De que su iniquidad no será hallada y aborrecida. Biblia Nueva Traducción Viviente Ciegos de presunción, no pueden ver lo perversos que son en realidad. Biblia Católica (Latinoamericana) Se mira con tan buen concepto, que se niega a admitir su culpa. La Biblia Textual 3a Edicion Se ilusiona de que su culpa no será descubierta ni aborrecida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Un dictamen de culpa destinado al impío llevo en mi corazón: El temor de Dios no existe delante de sus ojos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pues se lisonjea en sus propios ojos, hasta que se descubre que su iniquidad es aborrecible. |
El malvado hace alarde de su propia codicia; alaba al ambicioso y menosprecia al Señor.
Aunque en vida se considere dichoso, y la gente lo elogie por sus logros,
Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?
«¿Cómo puedes decir: “No me he contaminado ni me he ido tras los baales”? ¡Considera tu conducta en el valle! ¡Reconoce lo que has hecho! ¡Camella joven y arisca que corre para todos lados!
Ni el rey ni los jefes que escucharon todas estas palabras tuvieron temor ni se rasgaron las vestiduras.
Pero él quería justificarse, así que preguntó a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo?
No conociendo la justicia que proviene de Dios y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios.
¿A qué conclusión llegamos? ¿Acaso los judíos somos mejores? ¡De ninguna manera! Ya hemos demostrado que tanto los judíos como los que no son judíos están bajo el pecado.
En otro tiempo yo tenía vida aparte de la Ley; pero cuando vino el mandamiento, cobró vida el pecado y yo morí.
Si alguno de ustedes, al oír las palabras de este juramento, se cree bueno y piensa: «Todo me saldrá bien, aunque persista yo en hacer lo que me plazca», provocará la ruina tanto en la tierra regada como en la seca.