y postrado adoré al Señor. Bendije al Señor, el Dios de Abraham, que me guio por el camino correcto para llevarle al hijo de mi amo una parienta cercana suya.
Salmos 32:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 El Señor dice: «Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor dice: «Te guiaré por el mejor sendero para tu vida; te aconsejaré y velaré por ti. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo te voy a instruir, te enseñaré el camino,
te cuidaré, seré tu consejero. La Biblia Textual 3a Edicion Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar, Sobre ti fijaré mis ojos, y te aconsejaré. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo voy a hacerte ver, a enseñarte el camino que has de seguir; yo quiero aconsejarte, mis ojos sobre ti. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar: Sobre ti fijaré mis ojos. |
y postrado adoré al Señor. Bendije al Señor, el Dios de Abraham, que me guio por el camino correcto para llevarle al hijo de mi amo una parienta cercana suya.
óyelos tú desde el cielo y perdona el pecado de tus siervos, de tu pueblo Israel. Guíalos para que sigan el buen camino y envía la lluvia sobre esta tierra, que es tuya, pues tú se la diste a tu pueblo por herencia.
Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma.
¿Quién es el hombre que teme al Señor? Será instruido en el mejor de los caminos.
Los ojos del Señor están sobre los que le temen; de los que esperan en su gran amor.
Vengan, hijos míos, y escúchenme que voy a enseñarles el temor del Señor.
Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas; más bien, guarda en tu corazón mis mandamientos.
Así dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña lo que te conviene, que te guía por el camino en que debes andar.
No tendrán hambre ni sed, no los abatirá el sol ni el calor, porque los guiará quien les tiene compasión y los conducirá junto a manantiales.
Aunque la nube reposara sobre el santuario un par de días, un mes o más tiempo, los israelitas se quedaban en el campamento y no partían. Pero cuando se levantaba, se ponían en marcha.
Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus almas.