Al que partió en dos el mar Rojo; su gran amor perdura para siempre.
Al que dividió el Mar Rojo en partes, Porque para siempre es su misericordia;
Den gracias al que separó las aguas del mar Rojo. Su fiel amor perdura para siempre.
Al que separó en dos el Mar de Juncos, porque su amor perdura para siempre.
Al que dividió en partes el Mar Rojo, Porque para siempre es su misericordia.
Al que el mar de los Juncos dividió en mitades, pues su amor es eterno,
Al que dividió el Mar Rojo en partes, porque para siempre es su misericordia;
Tú dividiste el mar con tu poder; les rompiste la cabeza a los monstruos marinos.
Abrió el mar para que pudieran pasar; mantuvo erguidas las aguas como un muro.
Los israelitas, sin embargo, cruzaron el mar sobre tierra seca, pues para ellos el mar formó una muralla de agua a la derecha y otra a la izquierda.
Por la fe el pueblo cruzó el mar Rojo como por tierra seca; pero cuando los egipcios intentaron cruzarlo, se ahogaron.