Los chismes son deliciosos manjares; penetran hasta lo más íntimo del ser.
Las palabras del chismoso son como bocados suaves, Y penetran hasta las entrañas.
Los rumores son deliciosos bocaditos que penetran en lo profundo del corazón.
Las palabras del mendigo son como golosinas; se deslizan suavemente hasta el fondo de las entrañas.
Las palabras del chismoso son manjares, Que penetran hasta el fondo de sus entrañas.
Las palabras del denigrante son golosinas que descienden al fondo de las entrañas.
Las palabras del chismoso son como estocadas, y penetran hasta lo más profundo del vientre.
Tu lengua, como navaja afilada, trama destrucción y practica el engaño.
El charlatán hiere con la lengua como con una espada, pero la lengua del sabio brinda sanidad.
El perverso provoca contiendas y el chismoso divide a los buenos amigos.
La boca del necio es su perdición; sus labios son para él una trampa mortal.
El que es negligente en su trabajo confraterniza con el que es destructivo.
»No andes difundiendo calumnias entre tu pueblo, ni expongas la vida de tu prójimo con falsos testimonios. Yo soy el Señor.