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Oseas 13:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Llegan los dolores de parto, pero él es una criatura necia: cuando llega la hora del parto, no se acomoda para salir.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Dolores de mujer que da a luz le vendrán; es un hijo no sabio, porque ya hace tiempo que no debiera detenerse al punto mismo de nacer.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El sufrimiento ha llegado al pueblo como dolores de parto, pero son como un bebé que se resiste a nacer. ¡El momento de nacer ha llegado, pero siguen en la matriz!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Le llegan los dolores de parto y el niño está listo para nacer; mas no sale, pues es un hijo tarado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Le vendrán dolores de parturienta; Él no es hijo prudente; No se colocó a tiempo a la hora del nacimiento.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dolores de parto le sobrevienen, pero es el parto de un hijo insensato: cuando llega la hora no sabe ponerse en la abertura del seno materno.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Dolores de mujer de parto le vendrán; es un hijo no sabio, que de otra manera no se detuviera tanto en el tiempo del nacimiento de los hijos.

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Lòt tradiksyon



Oseas 13:13
23 Referans Kwoze  

Y estos dijeron a Isaías: «Así dice Ezequías: “Hoy es un día de angustia, castigo y deshonra, como cuando los hijos están a punto de nacer y no se tienen fuerzas para darlos a luz.


Allí el miedo se apoderó de ellos y un dolor de parturienta les sobrevino.


El prudente ve el peligro y busca refugio; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.


Quedan todos aterrados; dolores y angustias los atrapan: ¡se retuercen de dolor, como si estuvieran de parto! Espantados, se miran unos a otros; ¡tienen el rostro encendido!


Por eso mi cuerpo se estremece de angustia, sufro de agudos dolores, como los de una parturienta; lo que oigo, me aturde; lo que veo, me desconcierta.


Señor, nosotros estuvimos ante ti como cuando una mujer embarazada se retuerce y grita de dolor al momento de dar a luz.


Y estos dijeron a Isaías: «Así dice Ezequías: “Hoy es un día de angustia, castigo y deshonra, como cuando los hijos están a punto de nacer y no se tienen fuerzas para darlos a luz.


¿Podría yo abrir la matriz y no provocar el parto?», dice el Señor. «¿O cerraría yo el seno materno, siendo que yo hago dar a luz?», dice tu Dios.


¿Qué dirás cuando el Señor te imponga como jefes a los que tú mismo enseñaste a ser tus aliados predilectos? ¿No tendrás dolores como de mujer de parto?


Tú, que habitas en el Líbano, que has puesto tu nido entre los cedros, ¡cómo gemirás cuando te vengan los dolores, dolores como de parturienta!


Pregunten y vean si acaso los varones dan a luz. ¿Por qué, pues, veo a todos los hombres con las manos sobre el vientre, como mujeres con dolores de parto? ¿Por qué han palidecido todos los rostros?


Oigo el grito como de parturienta, quejidos como de primeriza. Es el grito de la hija de Sión, que respira con dificultad; que extiende los brazos y dice: «¡Ay de mí, que desfallezco! ¡Estoy en manos de asesinos!».


Damasco desfallece; trató de huir, pero la dominó el pánico. Se halla presa de la angustia y el dolor, como si estuviera de parto.


»Sus malas obras no les permiten volverse a su Dios; hay espíritu de prostitución en su interior que les impide reconocer al Señor.


La mujer que está por dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser.


Al disertar Pablo sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero, Félix tuvo miedo y dijo: «¡Basta por ahora! Puedes retirarte. Cuando sea oportuno te mandaré llamar otra vez».


Porque él dice: «En el momento propicio te escuché y en el día de salvación te ayudé». Les digo que este es el momento propicio de Dios; hoy es el día de salvación.


¿Y así pagas al Señor, pueblo tonto y sin sabiduría? ¿Acaso no es tu Padre, tu Creador, el que te hizo y te formó?


Cuando la gente esté diciendo: «Paz y seguridad», vendrá de improviso sobre ellos la destrucción, como llegan los dolores de parto a la mujer embarazada. De ninguna manera podrán escapar.