Luego se puso de frente para bendecir a toda la asamblea de Israel que estaba allí de pie
Nehemías 9:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Y los levitas Jesúa, Cadmiel, Baní, Jasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías clamaron: «¡Vamos, bendigan al Señor su Dios desde ahora y para siempre! »¡Bendito sea tu glorioso nombre! ¡Exaltado sobre toda bendición y alabanza! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijeron los levitas Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías: Levantaos, bendecid a Jehová vuestro Dios desde la eternidad hasta la eternidad; y bendígase el nombre tuyo, glorioso y alto sobre toda bendición y alabanza. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego los jefes de los levitas —Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías— llamaron al pueblo: «¡Levántense y alaben al Señor su Dios, porque él vive desde la eternidad hasta la eternidad!». Entonces oraron: «¡Que tu glorioso nombre sea alabado! ¡Que sea exaltado por sobre toda bendición y alabanza! Biblia Católica (Latinoamericana) Los levitas Josué, Cadmiel, Bani, Jasbadleías, Serebías, Odías, Sebanías, Betajías dijeron: La Biblia Textual 3a Edicion Y los levitas Jesuá, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías dijeron: ¡Levantaos y bendecid a YHVH vuestro Dios desde la eternidad hasta la eternidad! ¡Bendigan tu Nombre glorioso, y sea exaltado más que toda bendición y alabanza! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y dijeron los levitas Josué, Cadmiel, Baní, Jasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petajías: 'Levantaos y bendecid a Yahveh, vuestro Dios, de eternidad en eternidad. Y bendigan tu nombre glorioso, que está por encima de toda bendición y alabanza'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces los levitas, Jesúa y Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Odías, Sebanías y Petaías, dijeron: Levantaos, bendecid a Jehová vuestro Dios desde la eternidad hasta la eternidad: Bendito sea tu glorioso nombre, el cual es exaltado sobre toda bendición y alabanza. |
Luego se puso de frente para bendecir a toda la asamblea de Israel que estaba allí de pie
y dijo: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que con su mano ha cumplido ahora lo que con su boca había prometido a mi padre David cuando le dijo:
A continuación, Salomón se puso frente al altar del Señor y, en presencia de toda la asamblea de Israel, extendió las manos hacia el cielo
»Pero ¿será posible que tú, Dios mío, habites en la tierra? Si los cielos, por altos que sean, no pueden contenerte, ¡mucho menos este templo que he construido!
¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, eternamente y para siempre!». Y todo el pueblo dijo: «¡Amén!», y «¡Alabado sea el Señor!».
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, la victoria y la majestad. Tuyo es todo cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuyo también es el reino y estás por encima de todo.
Por eso, Dios nuestro, te damos gracias y a tu glorioso nombre tributamos alabanzas.
Luego David animó a toda la asamblea: «¡Alaben al Señor su Dios!». Entonces toda la asamblea alabó al Señor, Dios de sus antepasados, y se postró ante el Señor y ante el rey.
Todos los hombres de Judá estaban de pie delante del Señor, junto con sus mujeres y sus hijos, aun los más pequeños.
Los levitas de los hijos de Coat y de Coré se pusieron de pie para alabar al Señor Dios de Israel a voz en cuello.
Todos daban gracias al Señor y a una le cantaban esta alabanza: «Él es bueno; su gran amor por Israel perdura para siempre». Y todo el pueblo alabó con grandes aclamaciones al Señor, porque se habían echado los cimientos del templo.
Luego los levitas Jesúa, Baní, Cadmiel, Sebanías, Buní, Serebías, Baní y Quenaní subieron a la plataforma y en alta voz invocaron al Señor su Dios.
¡Solo tú eres el Señor! Tú has hecho los cielos, los cielos de los cielos y todo lo que hay en ellos. Tú hiciste la tierra y el mar con todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todo lo creado. ¡Por eso te adora todo lo que hay en los cielos!
Entonces dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo he de partir. El Señor ha dado; el Señor ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del Señor!».
¿Quién puede proclamar las proezas del Señor o expresar toda su alabanza?
Bendigan al Señor todos ustedes sus siervos, que de noche permanecen en la casa del Señor.
Todos los días te bendeciré; por siempre y para siempre alabaré tu nombre.
Se hablará del esplendor de tu gloria y majestad y yo meditaré en tus obras maravillosas.
Alabaré al Señor toda mi vida; mientras haya aliento en mí, cantaré salmos a mi Dios.
Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú. Fuera de ti, no poseo bien alguno».
¿Quién, Señor, se te compara entre los dioses? ¿Quién se te compara en grandeza y santidad? Tú, Hacedor de maravillas, nos impresionas con tus portentos.
Tu diestra, Señor, reveló su gran poder; tu diestra, Señor, despedazó al enemigo.
y dijo: «¡Alabado sea por siempre el nombre de Dios! Suyos son la sabiduría y el poder.
En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los niños.
Porque Dios, que dijo: «¡Que la luz resplandezca en las tinieblas!», hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Jesucristo.
Si no te empeñas en practicar todas las palabras de esta ley, que están escritas en este libro, ni temes a este glorioso e imponente nombre del Señor tu Dios,
¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para que tengamos una esperanza viva
—¿Por qué me preguntas mi nombre? —respondió el ángel del Señor—. Es un misterio maravilloso.