En cierta ocasión, unos israelitas iban a enterrar a un muerto, pero de pronto vieron a esas bandas y echaron el cadáver en la tumba de Eliseo. Cuando el cadáver tocó los huesos de Eliseo, ¡el hombre recobró la vida y se puso de pie!
Marcos 5:27 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Cuando oyó hablar de Jesús, se acercó a él por detrás entre la gente y tocó su manto. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Biblia Nueva Traducción Viviente Ella había oído de Jesús, así que se le acercó por detrás entre la multitud y tocó su túnica. Biblia Católica (Latinoamericana) Como había oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto. La Biblia Textual 3a Edicion al oír acerca de Jesús, llegó por detrás entre la multitud y tocó su manto; Biblia Serafín de Ausejo 1975 habiendo oído las cosas que se decían de Jesús, se acercó entre la turba por detrás y tocó su manto; Biblia Reina Valera Gómez (2023) cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud y tocó su manto. |
En cierta ocasión, unos israelitas iban a enterrar a un muerto, pero de pronto vieron a esas bandas y echaron el cadáver en la tumba de Eliseo. Cuando el cadáver tocó los huesos de Eliseo, ¡el hombre recobró la vida y se puso de pie!
le suplicaban que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto y quienes lo tocaban quedaban sanos.
Había sufrido mucho a manos de varios médicos, y se había gastado todo lo que tenía sin que le hubiera servido de nada, pues, en vez de mejorar, iba de mal en peor.
Y dondequiera que iba, en pueblos, ciudades o campos, colocaban a los enfermos en las plazas. Le suplicaban que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto y quienes lo tocaban quedaban sanos.
a tal grado que a los enfermos les llevaban pañuelos y delantales que habían tocado el cuerpo de Pablo, y quedaban sanos de sus enfermedades; también los espíritus malignos salían de ellos.
Era tal la multitud de hombres y mujeres que hasta sacaban a los enfermos a las plazas y los ponían en camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos.