Al oír que Dios le hablaba, Abram cayó rostro en tierra y Dios continuó diciendo:
Lucas 17:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Cayó rostro en tierra a los pies de Jesús y le dio las gracias, no obstante que era samaritano. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y este era samaritano. Biblia Nueva Traducción Viviente Y cayó al suelo, a los pies de Jesús, y le agradeció por lo que había hecho. Ese hombre era samaritano. Biblia Católica (Latinoamericana) y se echó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole las gracias. Era un samaritano. La Biblia Textual 3a Edicion y cayó sobre su rostro a sus pies, dándole gracias (y era samaritano). Biblia Serafín de Ausejo 1975 y se postró ante los pies de Jesús, para darle las gracias. Precisamente éste era samaritano. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y se postró sobre su rostro a sus pies, dándole gracias; y este era samaritano. |
Al oír que Dios le hablaba, Abram cayó rostro en tierra y Dios continuó diciendo:
Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: «No vayan a comunidades de los gentiles ni entren en ningún pueblo de los samaritanos.
Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre, y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y presentaron como regalos: oro, incienso y mirra.
La mujer, sabiendo lo que había sucedido, se acercó temblando de miedo y, arrojándose a sus pies, confesó toda la verdad.
—¿Acaso no quedaron limpios los diez? —preguntó Jesús—. ¿Dónde están los otros nueve?
Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: —¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador!
Entonces, como los judíos no se relacionaban con los samaritanos, la mujer respondió: —¿Cómo se te ocurre pedirme agua, si tú eres judío y yo soy samaritana?
para que todos honren al Hijo como lo honran a él. El que se niega a honrar al Hijo no honra al Padre que lo envió.
—¿No tenemos razón al decir que eres un samaritano y que estás endemoniado? —replicaron los judíos.
Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, hasta en los confines de la tierra.
y los secretos de su corazón quedarán al descubierto. Así que se postrará ante Dios y lo adorará, exclamando: «¡Realmente Dios está entre ustedes!».
Me postré a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un siervo como tú y como tus hermanos que se mantienen fieles al testimonio de Jesús. ¡Adora solo a Dios! El testimonio de Jesús es el espíritu que inspira la profecía».
los veinticuatro ancianos se postraban ante él y adoraban al que vive por los siglos de los siglos. Y deponían sus coronas delante del trono exclamando:
Los cuatro seres vivientes exclamaron: «¡Amén!», mientras los ancianos se postraron y adoraron.