que se sienta entre los sepulcros y pasa la noche en vigilias secretas; que come carne de cerdo, y en sus ollas cocina caldo impuro;
Levítico 11:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 »El cerdo, porque tiene la pezuña partida en dos, pero no es rumiante; este animal será impuro para ustedes. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 También el cerdo, porque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por inmundo. Biblia Nueva Traducción Viviente El cerdo tiene pezuñas partidas de manera pareja, pero no rumia, también es impuro. Biblia Católica (Latinoamericana) El cerdo, que tiene la pezuña partida, hendida en dos uñas, pero no rumia, será impuro para ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion También el cerdo, aunque tiene pezuña y es de pezuña hendida, no rumia, será inmundo para vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 el cerdo, que tiene la pezuña hendida y el casco partido, pero no rumia, será inmundo para vosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) También el puerco, aunque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por inmundo. |
que se sienta entre los sepulcros y pasa la noche en vigilias secretas; que come carne de cerdo, y en sus ollas cocina caldo impuro;
«Juntos perecerán los que se consagran y se purifican para entrar en los jardines, siguiendo a uno que va al frente, y los que comen carne de cerdo, ratas y otras cosas abominables», afirma el Señor.
Pero los que sacrifican toros son como los que matan hombres; los que ofrecen corderos son como los que desnucan perros; los que presentan ofrendas de grano son como los que ofrecen sangre de cerdo y los que queman ofrendas de incienso son como los que adoran ídolos. Ellos han escogido sus propios caminos, y se deleitan en sus abominaciones.
»La liebre, porque es rumiante, pero no tiene la pezuña partida; este animal será impuro para ustedes.
»No comerán la carne ni tocarán el cadáver de estos animales. Ustedes los considerarán animales impuros.
»No den lo sagrado a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen; ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen.
Así que fue y consiguió empleo con un ciudadano de aquel país, quien lo mandó a sus campos a cuidar cerdos.
Cuando los demonios salieron del hombre, entraron en los cerdos; entonces la manada se precipitó al lago por el despeñadero y se ahogó.
El cerdo es también impuro porque, aunque tiene la pezuña partida, no es rumiante. No podrás comer su carne ni tocar su cadáver.