¡No hay quien aleje de mí la vara de Dios para que ya no me asuste su terror!
Quite de sobre mí su vara, Y su terror no me espante.
Ese mediador podría hacer que Dios dejara de golpearme, y ya no viviría aterrorizado de su castigo.
y apartaría su vara que me pega y el espanto en que me sumen sus terrores.
Entonces Él apartaría de sobre mí su vara, Y su terror no me espantaría,
y aparte su vara de mí para que no me espante su terror.
Quite de sobre mí su vara, y su terror no me espante.
¿Acaso no les infundiría miedo su esplendor? ¿Y no caería sobre ustedes su terror?
Por eso me espanto en su presencia; si pienso en todo esto, me lleno de temor.
Siempre he sido temeroso del castigo de Dios; ¡ante su majestad no podría resistir!
No debieras alarmarte ni temerme, ni debiera pesar mi mano sobre ti.
»Al llegar a este punto, mi corazón se acelera como si fuera a salírseme del pecho.
Aparta de mí tu azote, que los golpes de tu mano me aniquilan.
Tú reprendes a los mortales, los castigas por su iniquidad; como polilla, acabas con lo que más desean. ¡Un soplo nada más es el mortal! Selah
con vara castigaré su iniquidad y con azotes, su maldad.
¿Quién puede comprender el poder de tu ira? Tu ira es tan grande como el temor que se te debe.